Administración comparada con los accionistas

Por mucho tiempo se ha reconocido que la separación de la propiedad y control en la corporación moderna genera conflictos potenciales entre los dueños y los administradores. En particular, los objetivos de la administración pueden diferir de los accionistas de la empresa.

En una gran corporación, la propiedad de las acciones puede estar tan extendida, que los accionistas no pueden hacer saber sus objetivos, y mucho menos influir o controlar la administración. Así, la separación de la propiedad de la administración crea una situación en la que esta última actúa en función de sus propios intereses en vez de los de los accionistas.

Podríamos pensar que la administración es un agente de los dueños. Los accionistas, esperando que los agentes actúen en función de los accionistas, les delegan la autoridad de tomar decisiones tensen y Meckling fueron los primeros en desarrollar una teoría completa de la empresa bajo los acuerdos de agencia.

Ellos muestran que los principales, en nuestro caso los accionistas, pueden asegurar que los agentes (administrativos) harán decisiones óptimas sólo si dan los incentivos apropiados y el agente es supervisado. Los incentivos incluyen opciones sobre las acciones, bonos y obvenciones (tales como automóviles de la compañía y oficinas costosas), y éstos deben estar directamente relacionados con la coincidencia de las decisiones de la administración con los intereses de los accionistas.

La supervisión se realiza al darle bonos al agente, revisar en forma sistemática las obvenciones de la administración, hacer auditorías de los estados financieros y limitar las decisiones de la administración. Estas actividades de supervisión incluyen necesariamente costos, un resultado inevitable de la separación de la propiedad y el control de una corporación.

Entre menor sea el porcentaje de la propiedad de los administradores, menor será la probabilidad de que ellos intenten maximizar la riqueza del accionista de una manera consistente, y mayor será la necesidad de accionistas externos que supervisen sus actividades.

Algunas personas sugieren que la supervisión monitoreo primaria de los administradores no proviene de los dueños sino del mercado de trabajo administrativo. Sostienen que los mercados de capital eficientes proporcionan señales acerca del valor de los valores de una empresa, y por consiguiente, acerca del desempeño de sus administradores.

Si lo necesitaran, los administradores con buenos antecedentes de desempeño encontrarían otro trabajo más fácilmente, que los administradores cuyo desempeño es pobre. Así, si el mercado de trabajo administrativo es competitivo tanto dentro como fuera de la empresa, tenderá a disciplinar al administrador.

En ese caso , las señales dadas por los cambios en el valor total en el mercado de los valores de la empresa, se volverán muy importantes.

Fuente: Apuntes de Administración financiera de la UNIDEG