Alimentación básica y desarrollo agroindustrial

Producción y consumo de alimentos básicos

A pesar de que la alimentación es un elemento primordial del bienestar humano, en la actualidad la producción y el consumo de alimentos se consideran en forma separada.

La oferta está determinada por los precios mismos que están sujetos a las grandes utilidades económicas que el empresario espera derivar de la producción y el volumen de ésta depende, además, de las condiciones climáticas. La demanda, por su parte, se determina en función del ingreso del consumidor, condicionado por costumbres y gustos alimentarios de éste y su familia.

En lo que respecta a los alimentos básicos de la d ieta popular, la producción y el consumo deberían concebirse como partes secuenciale integrantes de un mismo proceso, unificado a largo plazo.

En primer lugar, en una economía mixta como la nuestra, la producción debería responder a las necesidades reales del pueblo mexicano en materia alimentaria, es decir, a la demanda social y no sólo a la demanda efectiva como ocurre en una economía mercado.

En segundo lugar, antes de apreciarse las siembras, deberían ser previstas las necesidades alimenticias de la población, de tal manera lograr una producción suficiente permitiera superar las limitaciones, el poder de compra de los diferentes estratos socio-económicos, al ofrecer a las familias del país un conjunto alimentos sanos y baratos que satisficieran e incluso excedieran, los ánimos requeridos por la población ajustados según las recomendaciones de los nutriólogos y teniendo en cuenta que la dieta efectiva se complementa con alimentos propios de la localidad.

Por último, habría que determinar las formas de organización económica más convenientes para producir esos satisfactores según las necesidades sociales y no solo en función del lucro de las empresas. Desde luego es indispensable asignar los recursos necesarios sin descuidar los cálculos sobre los máximos rendimientos en relación con el costo.

El estudio y planeación de la reasignación y localización racional de los recursos para mejorar la organización productiva, debe hacerse regionalmente, con el fin de aprovechar los recursos específicos de cada zona y atender las necesidades fundamentales de su población.

La agricultura o sector primario ha sido y continúa siendo la base de todo sistema económico, cualquiera que sea su organización social y política. Una organización campesina que eleve la productividad y permita mejorar la distribución del ingreso, constituye un factor productivo que hasta ahora no ha sido aprovechado en México.

Es posible que la organización de los campesinos sea más fácil en el primero y segundo eslabon del proceso producción-consumo; es decir, en la producción y comercialización de los artículos agropecuarios, que en los eslabones posteriores de industrialización y mercado.

Es imprescindible. asimismo, establecer los canales distributivos, institucionales y de mercado, que hagan factible que los alimentos básicos sean consumidos por las clases media y de bajos ingresos.

Una política de nutrición que responda a las necesidades reales de la población sólo es concebible, en un sentido amplio, acompañado de programas educativos y de una política social de gran alcance.

La conservación de los recursos naturales para prod ucir alimentos básicos

Algunos procesos productivos que ocasionan el deterioro del ambiente han venido afectando en forma adversa la calidad de nuestros recursos y han puesto en peligro el equilibrio ecológico de importantes regiones del país.

Esto alarma cada día a un mayor número de mexicanos concientes de la gravedad de este asunto, incluso a nivel mundial han surgido diversas tendencias científico-ideológicas acerca de la forma más adecuada de afrontar el problema de la degradación ecológica del planeta, derivada de una presión demográfica creciente sobre los recursos naturales.

En lo que respecta a México, este fenómeno es particularmente grave, por la desfavorable dotación de recursos naturales para la explotación agropecuaria; en consecuencia, nuestra obligación ante las generaciones venideras es realizar esfuerzos para mejorar, o cuando menos conservar, el sistema ecológico a niveles crecientes de explotación productiva.

Es muy importante que en la elaboración y ejecuciónde los planes a corto y largo plazo que nos han de permitir la autosuficiencia en materia de alimentos básicos, se tome en cuenta una variable más: el ambiente ecológico, para el uso racional del suelo y de sus recursos.

Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg