Ansiedad y estrés su definición e importancia dentro del campo organizacional

Desde hace mucho la medicina se preocupa por el efecto que el estrés tiene en la salud del hombre, pero solo en los últimos años los investigadores del comportamiento organizacional comenzaron a analizar el influjo del estrés en la conducta del trabajador.

¿A qué se debe el reciente interés por el estrés como un tema del comportamiento organizacional? Primero, el estrés parece estar vinculado al desempeño y satisfacción del empleado.

Por ello el tema es una importante variable independiente. Segundo, la gerencia tiene la obligación implícita de mejorar la calidad de vida organizacional para el personal.

Dado que el estrés ha sido relacionado directamente con la enfermedad de las coronarias, su reducción favorecerá la salud general y la longevidad de la fuerza de trabajo de una empresa. Por supuesto, ello tiene además consecuencias para el desempeño.

El tema del estrés tiene importancia para el individuo y para el grupo, así como implicaciones para el sistema de organización. Como veremos luego el grado de estrés del individuo aumenta por la acción de factores tan diversos como su personalidad, conflicto de roles o diseño del trabajo.

¿Qué es el estrés? El estrés es una condición dinámica en la cual una persona se halla ante la oportunidad, limitación o exigencia relacionadas con lo que desea y para las cuales el resultado se considera inseguro e importante a la vez.

Se trata de una definición importante. El estrés no es necesariamente malo en sí. Si bien se suele explicar dentro de un contexto negativo también posee un valor positivo.

Es una oportunidad cuando ofrece una ganancia potencial. Por ejemplo, tomemos el caso del rendimiento excelente de un atleta o que un artista logra en ocasiones de “tensión”. Esas personas a menudo se valen del estrés para superarse y dar su máximo esfuerzo.

Por lo regular el estrés se asocia a restricciones o exigencias. Las restricciones nos impiden hacer lo que deseamos. Las exigencias denotan la pérdida de algo deseado.

Por consiguiente cuando se efectúa un examen escolar o cuando se hace la evaluación anual del desempeño en el trabajo, sentimos estrés porque nos enfrentamos a una oportunidad a restricciones y exigencias.

Una buena evaluación nos valdrá un ascenso, mayores responsabilidades o un sueldo más alto. Pero si la evaluación no es satisfactoria quizá no logremos el ascenso e incluso, si la evaluación es muy baja podemos perder el trabajo.

Dos condiciones son imprescindibles para que el estrés potencial se haga real:

– Tiene que haber incertidumbre ante el resultado y éste ha de ser importante.

Cualesquiera que sean las condiciones, es sólo cuando hay dudas o incertidumbre respecto a la conveniencia de aprovechar la oportunidad, eliminar la restricción o evitar la pérdida cuando sobreviene el estrés.

Es decir, el estrés es máximo en aquellos que perciben su vacilación ante su eventual triunfo o derrota, y es mínimo en las personas que consideran seguro su triunfo o derrota.

– La importancia también es decisiva. Si ganar o perder constituye un resultado sin importancia, no hay estrés. Si para nosotros parece de importancia conservar o perder el empeño, no hay motivo para sentir estrés al someterse a una evaluación del desempeño.

Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM