Aplicaciones de la estática

Todos estos principios y mecanismos de cálculo tienen una aplicación eminentemente práctica, ya que, por ejemplo, se emplean a diario para calcular las fuerzas a las que están sometidas las estructuras que soportan construcciones tales como torres de alta tensión, puentes, techumbres de naves industriales, etc. Por otro lado, las fuerzas pueden aplicarse, transmitirse o multiplicarse mediante el empleo de máquinas.

Las más sencillas de ellas son las palancas, constituidas por un punto de apoyo o fulcro sobre el que se basa un elemento rígido. Existen tres tipos básicos llamados, respectivamente, de primero (tenazas), segundo (carretilla) y tercer (pinzas) orden.

Para evaluar su eficacia se emplea el concepto de rendimiento mecánico, que relaciona la carga con el esfuerzo necesario para desplazarla.

Asimismo, existe otro tipo de maquinas sencillas, llamadas poleas, que sin multiplicar el esfuerzo necesario permiten elevar cargas cada vez mayores, según el numeró de ellas que se empleen. Finalmente, la estética se ocupa también del estudio de los fluidos (sistemas continuos) en reposo y de los fenómenos que presentan.

Entre ellos destaca por su importancia práctica la prensa hidráulica, que aprovechando la transmisión de la presión ejercida sobre un fluido a todos sus puntos permite multiplicar la fuerza aplicada. Dicho dispositivo encuentra aplicación, por ejemplo, en los gatos para automóviles, en los circuitos de freno de éstos, en las máquinas compresoras, etc.