Aprender en una comunidad virtual

Las personas no aprendemos simplemente por el hecho de constituir un grupo, sino porque realizamos juntas determinadas tareas que estimulan una serie de mecanismos de aprendizaje específicos; ¿qué mecanismos podemos señalar? (Dillenbourg, 1999):

  • Estrategias cognitivas individuales para el desarrollo de las actividades que cada individuo debe realizar;
  • y estrategias cognitivas que promueven la interacción significativa entre los miembros del grupo (reflexión, análisis, debate, negociación, regulación mutua, etc.)

Las actividades de aprendizaje que se realizan en grupo suelen denominarse aprendizaje colaborativo. No obstante, podemos hablar de distintos niveles de colaboración en función del grado de interacción y, fundamentalmente, de integración funcional que el grupo desarrolla según el tipo de actividades de aprendizaje que debe realizar:

  1. Cooperación, basada en un reparto de las tareas a realizar; por ejemplo, las elaboración de los distintos apartados de un tema. Comporta un menor grado de interacción y dependencia, ya que los miembros del grupo podrían estar desarrollando su trabajo de forma independiente.
  2. Colaboración; representa el grado máximo de integración e interdependencia de una comunidad, dado que requiere que sus participantes elaboren conjuntamente un producto final a partir de una combinación de aportaciones individuales y de procesos de debate, negociación, integración y logro de consenso a lo largo de las distintas fases del proceso que conducen a la producción del grupo.

Por tanto, una comunidad de aprendizaje puede hacer uso de distintos tipos de trabajo, cooperativo o colaborativo, en función de los objetivos que persiga, si bien, el grado de cohesión y madurez de una comunidad serán más sólidos cuando la colaboración prime sobre la cooperación.

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5.