Cambios endocrinos

Descienden los niveles de estrógenos y progesterona, y aumentan los niveles de gonadotropinas.

En la premenopausia empiezan a aparecer ciclos anovulatorios, por tanto sin cuerpo lúteo ni progesterona.

Al principio son fallos esporádicos y después más frecuentes. Además, al aproximarse la menopausia el número de folículos primordiales disminuye y con ello el nivel de estradiol plasmático.

No obstante el estroma ovárico y la corteza suprarrenal continúan produciendo estrógenos.

El ovario envejece pero la hipófisis no, y continúa enviando estímulos al ovario para que madure sus folículos.

Al no tener respuesta (por no haber folículos) se produce una elevación de gonadotropinas.

Este aumento no es permanente y después de unos años desaparece.

Cambios locales

En la clínica de esta etapa influye, además de la disminución de estrógenos, la predisposición de la mujer a tener síntomas y la aceptación psicológica de la menopausia.

1. Ovario disminuye su tamaño, superficie rugosa y desaparecen los folículos.

2. En la vagina se adelgaza el epitelio, disminuye la grasa, desaparecen los fondos de saco vaginales y disminuye la secreción. Dolor coital.

3. El útero disminuye su tamaño y el endometrio se adelgaza. Disminuye la turgencia muscular uterina.

4. Se relajan los medios de suspensión del aparato genital. Ligamentos laxos,
baja el esfínter urinario e incontinencia.

Todo esto explica la dispareunia, prurito vulvar, facilidad para la aparición de infecciones y prolapso genital.

Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep