Características del periodo preclásico en américa

Aridoamérica: comprende lo que actualmente es la península de Baja California y la porción de México al norte y este de una línea formada por las estribaciones orientales de la Sierra Madre Occidental. Teóricamente los límites entre Mesoamérica y Aridoamérica fueron los ríos Pánuco, Sinaloa y Lerma. En las tierras norteñas persistía la organización social llamada «cultura del desierto», es decir, de quienes vivían en regiones semiáridas.

Sus pobladores se alimentaban de la recolección de frutos, de la caza y de la pesca. Se conformaban por pequeños grupos con escaso o nulo incremento numérico.

Su instrumental era tosco y nada abundante formado por: raspadores, machacadoras, piedras para moler, lanzadardos, entre otros. Entre sus creaciones artísticas se encontraba la cestería y la elaboración de primitivos petates.

Los grupos nómadas que habitaban la región de Aridoamérica eran designados con el nombre genérico de chichimecas, era gente muy belicosa, las armas que tenían era el arco y la flecha, diestros en su manejo y excelente puntería.

Mesoamérica: área cultural que engloba el territorio del actual México y casi toda Centroamérica, donde se desarrollaron una serie de civilizaciones que compartían rasgos y tradiciones culturales, antes de la llegada de los europeos en el siglo XVI.

El término Mesoamérica se refiere tanto a las culturas que existían antes de que arribaran los europeos como a la región en la que se desarrollaron, que incluía los actuales territorios de México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.

Los límites de Mesoamérica, así como sus tradiciones, cambiaron constantemente a medida que determinados rasgos culturales se extendieron entre las distintas sociedades. Entre las civilizaciones más importantes que se desarrollaron en la región se cuentan la olmeca, la zapoteca, la maya y la azteca.

Entre los principales elementos que caracterizan la transformación cultural del periodo preclásico en la zona mesoamericana, encontramos:

– La práctica de la agricultura, cada vez más amplia y diversificada.
– La producción de cerámica, con tendencias a mejores formas.
– La aparición de aldeas, que pasan a convertirse en villas o poblaciones mayores.
– Los indicios de la división del trabajo.
– Aparición del comercio.
– El enriquecimiento del instrumental técnico.
– La producción de textiles y tejidos.
– El surgimiento de complejas creencias religiosas.