Contrastes en la señalización

Ya sabemos como un color se intensifica o altera. Cuando los nervios sensibles del ojo se fatigan por mirar largo tiempo a un color, la percepción de este va declinando en intensidad, debilitándose y desaparece para dar paso a la nueva impresión de un complementario al mirarlo.

Este fenómeno da origen al contraste simultáneo cuya comprobación es bien sencilla. El contraste simultáneo se basa en el principio de que ningún color tiene valor por sí mismo y como es acentuado o debilitado en su matiz por el color o colores yuxtapuestos.

Un azul claro, junto a un azul oscuro, parecerá aún más bajo de valor. Si se le sitúa junto a su complementario ambos se exaltarán mutuamente y aumentará, respectivamente, en intensidad.

El contraste complementario es el que resulta de poner un color con su color complementario y de aquí se genera el mayor contraste que se pueda lograr con un color.

Es importante hacer notar que este contraste producirá una vibración en la vista por la intensidad de ondas que reflejarán.

Fuente: Apunte de Diseño de Sistemas de Señalización y Señalética de la U de Londres.