Cortés y Moctezuma

Moctezuma al no conocer a ciencia cierta quiénes eran los extraños visitantes y cuáles sus verdaderas intenciones, se hallaba desconcertado. No se encontraba seguro de que los recién llegados fueran en realidad seres de naturaleza divina, pero ciertos hechos interpretados como presagios lo hicieron creer que con el arribo de Cortés se cumplía la antigua profecía del retorno de Quetzalcóatl.

En el transcurso de la marcha de los españoles hacia la ciudad de México-Tenochtitlan, Cortés reanudó entrevistas con enviados de Moctezuma, quienes no sólo le entregaron nuevos presentes sino que trataron de realizar en su presencia cierto tipo de ceremonias y aun sacrificios humanos, provocando el disgusto y potente rechazo del jefe español.

Asimismo, los emisarios trataron de disuadir a Cortés de que continuara la marcha hacia la ciudad que gobernaba Moctezuma Sin embargo, los regalos recibidos, más que disuadir al jefe de los expedicionarios lo alentaron para continuar avanzando.

El encuentro de Cortés y Moctezuma, tuvo lugar en un punto en que el camino cruzaba por la acequia de Xóloc y que hoy puede localizarse sobre la calzada de San Antonio Abad, en la Ciudad de México. Los dos personajes y sus respectivos acompañantes se saludaron y hablaron a través de los interpretes Aguilar y la Malinche.

Moctezuma, el gobernante mexica, actúo con una postura de relativa obediencia, lo que permitió a los españoles instalarse sin problemas en la ciudad de México-Tenochtitlan. Sin embargo, las relaciones entre Cortés y Moctezuma se pusieron tensas cuando el español se enteró de que el cacique de Nauhtla, Cuauhpopoca, había atacado y muerto a uno de los hombres que habían permanecido en Villa Rica de la Veracruz.

Cortés exigió a Moctezuma que hiciera comparecer al cacique y luego le ordenó dictar contra él sentencia de muerte. No obstante que Cuauhpopoca fue quemado vivo en la plaza pública, Cortés apresó a Moctezuma como una medida de prevención y amedrentamiento. Con esto, los mexicas empezaron a percibir la verdadera significación de la presencia de los españoles.

Los conquistadores habían logrado introducirse en el mundo indígena y poner en crisis al sistema de dominación existente; los mexicas entonces se dieron cuenta que no tenían ante sí a un ejército de dioses, sino de simples enemigos.