Educación lancasteriana

Lancaster de origen inglés, desarrolló un sistema que permitía abordar el problema de educar a grandes masas poblacionales a través de la utilización de alumnos monitores. Su sistema, que era abierto a los diferentes credos, rivalizó con el de Bell (también de origen inglés), quien tuvo el apoyo de la Iglesia Anglicana y no admitía la libertad de cultos. Como consecuencia, Lacanster se vió obligado a difundir su sistema fuera de Inglaterra.

El sistema lacasteriano de alumnos monitores, representa una solución para la época ya que resuelve la dificultad de la carencia de docentes. Esto explica su amplia difusión en América. San Martín y Bolivar fueron impulsores del sistema en el nuevo continente.

Este método permitió acceder a un modelo pedagógico que articulaba diferentes dimensiones educativas: docencia, método, currículum, disciplina y práctica en un espacio único. El método fue criticado porque alejaba al docente del estudiante e implicaba una situación de poder de la que el monitor podía abusar. Por otra parte, requería una planificación rígida.

La educación lancasteriana privilegia los contenidos de: orden, lectura, escritura, gramática, dibujo, costura y canto; y metodológicamente se basa en la repetición mecánica, repetitiva y memorística. Elimina los castigos corporales, sustituyéndolos por los castigos morales (orejas de burro).

El sistema lacasteriano ganó terreno en su época, más que por virtudes pedagógicas/metodológicas, por ser la única alternativa posible para satisfacer la necesidad de educación de la creciente población demandante del servicio.