El absolutismo español y las austrias menores

Desde el siglo XVI, un nuevo fenómeno político, conocido como absolutismo, se generalizaba paulatinamente en el Viejo Mundo. Frente a los poderes tradicionales de la Iglesia y los nobles (enemigos naturales del absolutismo), los monarca procuraban asumir el más amplio control político dentro de sus Estados, aliándos para ello con la burguesía. Fue hasta mediados del siglo XVIII que España llega a constituirse con un gobierno centralizado y un soberano con poder absoluto.

Por el contrario, las colonia españolas en América se fundaron bajo el modelo absolutista. En la Nueva España existía una unidad política, legal y administrativa para todo el territorio. la autorida, política procedía directamente de una concesión del rey. En cuanto a la Iglesia ésta se encontraba sometida al poder estatal en virtud del llamado Regio Patronate

El elemento aglutinador de la multiforme sociedad novohispana fu la Iglesia, la cual cumplía este papel por su labor de doctrina y evangelización en los más remotos ámbitos del virreinato, así como por sus grandes recursos económico, reforzados con su autoridad moral.

Es por ello que, en los casos frecuentes de levantamiento y motines, fue más eficaz siempre la intervención del clero que la fuerzas civiles.

La máxima autoridad en la Nueva España fue el virrey, el cual tenía como facultades ser representante directo de la autoridad real; su tarea era actuar como juez, jefe de la real hacienda y capitán general; y funcionaba además como vicepatrono de la Iglesia.

Las autoridades más estables del virreinato, fue la Audiencia. Fungía como un órgano judicial y de consulta. Estaba integrado por un presidente (virrey) y por oidores.

En las distintas provincias existían unas autoridades superiores: los gobernadores, que regían los reinos y provincias en los que se encontraba dividido el virreinato, Estos dependían del virrey y tenían poderes semejantes a los de éste, aunque sólo en los aspectos político y administrativo; los corregidores y alcaldes mayores, se dedicaban a atender la administración de los pueblos indios, que tributaban directamente a la Corona española. Estos recolectaban el tributo de los indios, vigilaban a los encomenderos, cuidaban la moral pública y la religión, etc.

Los austrias menores

A los tres reyes españoles del siglo XVII se les ha llamado como los «austrias menores»:

Felipe III

(1598-1621)

Felipe IV

(1621-1700)

 

Carlos II

(1665-1700)

«El echisado»

Era de caracter débil.
España se vio envuelta en muchas guerras en distintos frentes.
Esto pridujo desgaste económico y humano a si como la grave crisis de 1640.
Era de carácter débil, por lo que ocupó el trono el conde duque de Olivares.
Este último trato de mantener el poderío del imperio, por lo que españa siguió inplicada en casi todas la guerras europeas (francia principal enemigo).
Se reconoció la dependencia de portugal (1668).
Entre 1640-1665 el imperio español perdió posesiones tanto en europa como en américa.
Retraso mental y debilidad física.
No había tenido sucesión y se esperaba su prota muerte
Por lo tanto, francia y austria tratarían de conseguir la corona española.

Crisis de autoridad

En el siglo XVII, la etapa de los virreyes muestra periodos de estabilidad alternados con lapsos de inestabilidad. Con mucha irregularidad se presentaban cambios en el periodo de gobierno de estos funcionarios (unos duraron más de seis años, mientras que otros ocupaban ínterinatos de pocos meses).

Conforme el poder español, en la Nueva España, se fue asentando, dejaron de presentarse movimientos de rebelión en la zona central de Mesoamérica, y abundaron más en la zona norte, apenas colonizada.