Enrique el navegante

Príncipe portugués, notable patrocinador de los descubrimientos y exploraciones de finales de la edad media. Nació en Oporto, el 4 de marzo de 1394. Tercer hijo del rey de Portugal, Juan I el Grande, y de Felipa de Lancaster (ni eta del rey inglés Eduardo III), fue hermano de Eduardo I (rey portugués desde 1433) y tío del hijo de este, Alfonso V el Africano (igualmente soberano luso, desde 1438). En 1415, participó en la conquista portuguesa de Ceuta, ciudad situada en el norte de África que estaba en manos musulmanas.

Dos años más tarde, a su regreso de África, y sin dejar de ser gobernador de Ceuta, fijó su residencia en Sagres, localidad enclavada en el cabo de San Vicente, en el sur Portugal, donde construyó un observatorio y creó la que se considera primera escuela para navegantes de Europa.

A través de su centro de estudios náuticos organizó distintas expediciones a  las costas africanas con fines comerciales y de evangelización. Entre los logros de estos viajes posibilitados por las nuevas carabelas, destacan el reconocimiento de Madeira y las islas Azores (1418 y 1432 respectivamente), que iniciaron la época de los grandes descubrimientos geográficos de Portugal realizados por hombres a su servicio.

En 1434 Gil Eanes logró doblar el cabo Bojador, superando así el límite al que habían alcanzado las exploraciones portuguesas en la época medieval. Nuño Tristán llegó al Cabo blanco en 1443 y a la desembocadura del río Gambia en 1446.

La última expedición financiada por Enrique el Navegante llego a Cabo Verde y el río Senegal. Gracias a su impulso las técnicas de navegación avanzaron sustancialmente e hicieron posibles la llamada “era de los descubrimientos”.

Murió en Sagres el 13 de noviembre de 1460.