Erick Fromm

(Frankfurt, 1900 – Muralto, 1980) Psicoanalista alemán. Del psicoanálisis parece apreciar sobre todo la crítica a la sociedad occidental, y del «primer Marx«, el de los Manuscritos económicos-filosóficos del año 1884, el proyecto humanista.

Estos intereses se remontan a su licenciatura en Sociología y Psicología, obtenida en Heidelberg en 1922.

Al finalizar sus estudios, ingresó en el Instituto de Psicoanálisis de Berlín, pero permaneció al margen de la Asociación Internacional Freudiana. Trabajó con Horkheimer y Adorno en el Institut für Sozialforschung de Frankfurt.

En 1941 publicó El mied a la libertad, y posteriormente, Man for Himself: an Enquiry into the Psychology of Ethics (1947), El lenguaje olvidado (1951), y un auténtico «best seller» internacional: El arte de amar(1956). Más tarde, publicó La misión de Sigmund Freud(1959), Marx’s concept of Man (1961) y, en dura polémica con Konrad Lorenz, Anatomía de la destructividad humana (1975), a la que siguió ¿Tener o ser? (1976).

Sus intereses se centraron en la definición de una nueva «ciencia del hombre«, capaz de orientar la formación de una personalidad equilibrada dentro del caos cultural, la violencia y la soledad que constituyen las perversiones del totalitarismo en la sociedad contemporánea.

Entre los principios inspiradores de esta crítica al mundo actual se encuentran la obra de Marx y la de Freud, a las que añadió más adelante la influencia del budismo zen, al considerar Fromm como digna de aprecio su noción de «iluminación» entendida como desarrollo de la cualidades intuitivas del hombre.

Contra el determinismo económico, Fromm basa su análisis de la sociedad en el concepto de inconsciente social, que representa la parte socialmente reprimida de la psique universal.

La realización del amor, de la justicia y de la libertad se conseguirá cuando se satisfagan de manera correcta las necesidades radicales del hombre: la exigencia de relaciones espontáneas, una dimensión trascendente y creativa, una plena expresión de la individualidad, una fe capaz de orientar los comportamientos, una fraternidad universal.