Escuela Neo-humano-relacionismo

El Neo-humano-relacionismo o llamada también Teoría del Comportamiento (Teoría Behaviorista), se define como el análisis o estudio del enfoque del comportamiento organizacional, esta corriente administrativa surge al final de la década de los años 40´s del siglo XX, con una redefinición total de los conceptos administrativos.

Se manifiesta con una oposición fuerte a la teoría clásica. También arremete contra la teoría de las relaciones humanas, criticándola como una acción romántica de los problemas formales dentro de la organización.

Sus orígenes están fuertemente ligados con los trabajos de Kurt Lewin, referentes al estudio del cambio y grupos de trabajo, así como con las publicaciones de Chester Barnard (“Las funciones del ejecutivo”) y George Homans (“El grupo Humano”), esta nueva corriente marca el más fuerte énfasis de las ciencias de la conducta (psicología organizacional) en la teoría administrativa y en la búsqueda de soluciones democráticas y flexibles, a los problemas organizacionales.

Las ciencias del comportamiento han ejercido una gran influencia sobre la teoría administrativa, trabajan bajo los supuestos de que el individuo es un animal dotado de necesidades, con un sistema psíquico y capaz de comunicarse; el hombre se caracteriza por un patrón dual de conducta: puede cooperar, pero también puede competir con los otros cuando sus intereses individuales se ven afectados o distanciados por otros.

Por lo tanto los objetivos que se propone no siempre están en relación constante con su situación, se generan conflictos internos y externos que le exigen escalar nuevos horizontes.

Para explicar el comportamiento organizacional, esta teoría se fundamenta en el estudio de la conducta individual de las personas, y, para poder explicar dicha conducta individual, se hace necesario realizar un estudio sobre la motivación humana.

La motivación humana es uno de los temas fundamentales de la teoría del Neo-humano-relacionismo. Para ello, es fundamental elaborar un estudio con respecto a las necesidades, el ser humano está inmerso en un sin fin de necesidades complejas y diferenciadas, que orientan y dinamizan el comportamiento humano, en dirección a ciertos objetivos personales.

Estas necesidades son satisfechas parcialmente, porque el individuo siempre encontrará nuevas necesidades, y esto lo convierte en un ser insatisfecho: ávido de éxito, poder y realización; es por ello la importancia de que el administrador conozca este renglón de la vida organizacional, y utilizar la motivación adecuada para mejorar la calidad de vida dentro de las organizaciones.

Fuente: Administración I de la facultad de contaduría y administración, UNAM.