Escuela soviética

La escuela soviética consiste en situarla en el movimiento revolucionario de octubre de 1917 y que llevó por primera vez el control del poder en manos de la clase obrera. Indudablemente, ésta era una contraparte a los procesos pedagógicos y sociales de Estados Unidos, pues el individuo aislado y la libertad individual no podían formar parte del nuevo programa de generación socialista.

En las obras de Marx y Engels se especifican las orientaciones básicas en la construcción de la nueva cultura, cuyo contenido apuntaba hacia la constitución de la unidad entre conocimiento teórico y trabajo-producto y de los vínculos entre la escuela y la vida.

A partir de esta concepción, se inicia una tarea incansable, la constitución de un sistema educativo que respondiera a esta iniciativa y se proyectara a brindar a la nueva generación de un conocimiento sólido, consciente y activo. El fin primordial de la escuela soviética es la formación, no de especialistas restringidos, sino de hombres y mujeres que fueran capaces de realizar cualquier trabajo, es decir, la enseñanza politécnica era la fuerza motriz de la nueva sociedad.