Estilo de dirección, el paternalismo y nepotismo

Toda organización familiar inicia sus operaciones bajo un estilo de dirección paternalista, ya que el dueño al recurrir a sus familiares para que lo apoyen en la realización de las tareas de la organización, actuará de manera paternalista y esto es normal, sin embargo conforme el negocia vaya adquiriendo una estructura más formal deberá adecuar su estilo de dirección a los requerimientos de la misma, actuado en consecuencia de una manera más profesional.

El permitir la entrada a un negocio u oficina pública, a parientes de los que actualmente están empleados, se le llama “nepotismo”. Existen diferentes razones por las cuales el nepotismo es una actitud nociva en una organización de cualquier tipo, entre otras están:

Al existir lazos familiares se facilita la unión que los protege ante cualquier problema. Lo que implica que si a alguno se le castiga, disciplina o despide, los demás se van a aliar, por lógica contra el jefe, y pueden sabotear las actividades de éste.

Se da un mal ejemplo a los demás empleados, ya que sienten que la “mafia” de parientes dentro de la compañía en un momento dado los pueden hacer a un lado.

Se puede dar una contraposición entre los objetivos de la empresa y los de los demás empleados-familiares y eso necesariamente afectará las actividades de la empresa.

La promoción a puestos de confianza de empleados-familiares puede causar problemas de confidencialidad, propiciar el favoritismo, etcétera.

Sin embargo en una empresa familiar es simplemente imposible no contratar a los familiares, por múltiples razones, el dueño necesita de toda la ayuda que pueda obtener gratis y de confianza, y ¿de dónde más la puede obtener que no sea de sus familiares? Así que el nepotismo, aún cuando es malo en grandes organizaciones no necesariamente lo es en empresas familiares.

Para evitar los efectos nocivos del nepotismo, es conveniente observar las siguientes indicaciones:

a) Con la familia directa (padre, madre e hijos) no se tiene inconveniente por que se incorporen al negocio, ya que sus objetivos son similares a los del dueño del mismo y además van a ser los herederos de éste.

b) La invitación a otros familiares deberá ser a colaborar o invertir como socios o trabajadores por sus características especiales, y confiabilidad, pero nunca por el sólo por hecho de ser familia y hacerles un favor.

c) Establecer políticas claras, organigramas y planes de desarrollo organizacional para todos los empleados familiares o no.

Al momento de decidir aceptar a la familia como parte del personal de la empresa se debe analizar bien a quién se va a invitar a colaborar y ver si realmente conviene su incorporación al negocio, así como medir su personalidad, capacidad, disponibilidad, etc.

Si no cumple con los estándares necesarios es mejor no crearse problemas.

La comunicación es un factor determinante para evitar que el nepotismo se pueda convertir en algo negativo dentro de la empresa familiar, por lo que es recomendable abrir los canales de comunicación para que esta fluya adecuadamente y así facilitar la buena marcha del negocio.

Fuente: Apuntes de Administración de Pymes de la FCA de la UNAM