Estrategia

El diseño organizacional implica el seleccionar una estructura adecuada que permita a la empresa seguir sus estrategias de forma efectiva y a su vez, generarle una ventaja competitiva.

Cabe resaltar que comúnmente se piensa que la estructura da pie a generar una estrategia y en realidad esto no es cierto, ya que es al revés, la estrategia determina el tipo de estructura a desarrollar.

Para poder hablar de estrategia debemos irnos al origen de ésta, el cual se encuentra en la misión y objetivos de la organización.

Relación entre misión, objetivo y estrategia

La misión de una empresa es la definición precisa de la actividad central de la organización y guía el destino de la misma.

En otras palabras, es su razón de ser. Si bien, debe estar sujeta a revisiones periódicas, una misión perfectamente definida, debe poder perdurar por mucho tiempo.

Mientras que la visión es la forma en cómo se visualiza la empresa a futuro, es decir, lo que quiere lograr, a dónde quiere llegar en un determinado periodo de tiempo a futuro.

Una vez que la organización haya podido definir con precisión cuál es su misión y hacia donde se dirige (visión), es posible que pueda determinar los objetivos que son necesarios para lograrlo, los cuales deberán ser específicos, realistas y conducentes de su accionar.

Por lo tanto, el punto de partida del diseño estructural es la consideración de la misión y la visión de la organización, ya que ella fundamentará sus objetivos, estrategias, los planes y sus actividades.

Los objetivos que se desprenden de la misión y visión, determinan en gran parte la estructura de la organización, ya que definen las actividades esenciales que deben cumplirse y la ubicación de las personas en esas actividades (roles).

Ya determinados los objetivos, es necesario establecer las acciones que se requieren para su cumplimiento, y es entonces necesario desarrollar estrategias.

La estrategia es el camino elegido para el logro de los objetivos. La estructura, a su vez sabemos que es un medio que ayuda a la organización a alcanzar esos objetivos.

Por lo tanto, existe una estrecha relación entre estrategia y estructura y un orden de prelación: la estructura debe ajustarse a la estrategia.

Las organizaciones pequeñas (un solo producto o servicio) requieren una estructura sencilla y simple, con una gran concentración de autoridad en el máximo nivel de la organización y con un sistema de control básico, debido al poco número de empleados.

A medida que la organización va creciendo en volumen de operaciones, se expanden en la cobertura de sus productos o servicios y se enfrentan al reto de desarrollar estructuras flexibles que les permitan tener una gran capacidad de adaptabilidad, al enfrentarse a diferentes mercados.

Y por lo tanto, se requieren mecanismos de coordinación y control más complejos.

Tipos generales de organización

Vertical

– Tiene departamentos MKT, Producción, Finanzas, R.Humanos, Ingeniería.
– El empleado solicita autorización del jefe para tomar decisiones.
– Poca comunicación interfuncional.
– Cada departamento se especializa en su función.

Horizontal

– Se suprime la jerarquía y fronteras entre departamentos o áreas funcionales.
– Administrar a través de las áreas funcionales y equipos bien capacitados.
– Pocos niveles jerárquicos (3 ó 4).
– El centro focal es el cliente.
– La organización se constituye en torno a los procesos prioritarios de la organización.
– Se suprimen actividades que no generan valor agregado.

La organización va a elegir el tipo de estructura, ya sea vertical u horizontal, de acuerdo a sus objetivos y la forma de administración de los directivos, quienes diseñan tanto la estrategia como la estructura.

Fuente: Apuntes de Operaciones de la FCA de la Unam