Estructuras competitivas del mercado

En la actualidad, en las economías capitalistas existen cuatro tipos de estructuras competitivas de mercado, a saber: competencia pura, competencia monopolística, oligopolio y monopolio.

La competencia pura es una situación de mercado donde hay muchos pequeños compradores y vendedores, todos ellos con información completa acerca del mercado.

Ningún comprador ni vendedor controla la demanda y oferta en el mercado ni el precio, el producto es homogéneo, esto es, cada vendedor comercializa el mismo producto. Es fácil entrar en este tipo de mercado y también lo es abandonarlo.

En el mundo real la competencia pura rara vez se alcanza, por el contrario es simplemente un concepto teórico: un ideal.

Una cosa parecida a la competencia pura la encontramos a menudo en la mercadotecnia de los productos agrícolas como los cereales o las frutas y verduras frescas.

En una situación de competencia monopolística también hay muchos compradores y vendedores, pero les falta una información completa del mercado. Cada vendedor está tratando de adquirir una ventaja decisiva sobre los otros competidores.

El oligopolio es una estructura de mercado en la cual solo unos cuantos grandes vendedores, que comercializan productos esencialmente semejantes, obtienen todas o casi todas las ventas de una industria.

En muchos países, encontramos ejemplos de industrias oligopólicas en los refrescos hechos de cola, en los automóviles, cereales para el desayuno, llantas para automóviles, etc.

Por lo general, la fuerte competencia y una gran inversión inicial dificultarán mucho el ingreso de una nueva compañía en el oligopolio.

El monopolio es una estructura de mercado en la que solo una firma vende determinado producto o servicio, sin que haya sustitutos muy parecidos a ellos.

Esta situación suele presentarse, por ejemplo, en los mercados de los servicios públicos de gas y electricidad dentro de cualquier zona metropolitana.

Fuente: Apuntes de Administración de Pymes de la FCA de la UNAM