Estudios toxicológicos

La investigación toxicológica debe rodearse de las mejores garantías de independencia y de transparencia, lo que conduce a renovar la petición, hecha hace lustros, de poner fin a la confidencialidad de los informes del Consejo Superior de Higiene Pública de Francia y tener acceso a los datos toxicológicos contenidos en los informes de las sustancias autorizadas.

En otro plano, los consumidores preguntan sobre ciertos debates relativos a la validez de la noción de «dosis diaria admisible» (DDA). Ciertamente se trata de un criterio donde la definición reposa sobre conveniencias que pueden ser discutidas (dosis sin efecto, factor de seguridad).

Pero se puede recelar que la adopción de nuevos convenios conduzca a reducir la vigilancia que se hace sobre los aditivos cuando su empleo afecta a la posición de los higienistas, mejoran la seguridad de los consumidores y la confianza que ellos deben tener sobre los procedimientos de examen de los aditivos.

Debería en todo caso disponerse de más resultados a nalíticos y de encuestas sobre los consumos reales y potenciales de ciertos aditivos, considerando no sólo las estimaciones medias, sino las de ciertos grupos de consumidores particularmente expuestos o frágiles.

El reciente inventario Nacion al de la Calidad Alimentaría (1982) es fragmentario a estos efectos. Se debe activar también, la investigación tecnológica y la investigación toxicológica; se debe destacar que los medios, de todo orden, destinados por la colectividad nacional a estos efectos, son escasos y que no se hace nada por aumentarlos y cada vez estarán más y más inadaptados en la amplitud de la tasa de desarrollo de la investigación y de la tecnología en el campo agroalimentario.

Por todo ello, más que a cue stiones de procedimiento, de métodos de trabajo o del funcionamiento de las instituciones hay que atribuir el hecho de que estas faltas de experiencia sean debidas ciertamente como un «freno a la innovación».

Fuente: Análisis del proceso de los alimentos de la UNIDEG