Etapa Maderista

La etapa maderista fue en los años de 1910-1913, todo el norte y centro del país, escuchó el llamado de Madero y se preparó para levantarse en armas. Para el gobierno, el grupo más peligroso por su cercanía a la Ciudad de México y porque estaba muy bien preparado, fue el concentrado en Puebla, comandado por la familia Serdán. Contra ellos se lanzó el ejército y acabó con todos los conjurados el 18 de noviembre de 1910. El grupo más numeroso de revolucionarios se concentró en el norte del país.

Su dirigente intelectual fue Abraham González y como militar se distinguió Pascual Orozco. Entre la tropa pronto comenzó a destacar Pancho Villa.

En el sur se adhirieron al Plan de San Luis los campesinos del estado de Morelos con Emiliano Zapata a la cabeza, esperanzados en que las tierras les fueran devueltas tal y como el plan lo mencionaba.

El 20 de noviembre comenzó la revolución armada. Los triunfos fueron sorprendentes y rápidos. Para principios del siguiente año, las principales ciudades habían sido tomadas, quedando la principal de ellas bajo el control de los revolucionarios.

Ives Limantour, el principal Secretario de gobierno del Porfiriato, comprendió que era necesario llegar a algún acuerdo que no perjudicara a los miembros del gabinete y a los grupos privilegiados. Envió un emisario a Madero y le propuso una entrevista.

Madero aceptó y firmó los acuerdos a los que llegó con el representante del gobierno, el cual contenía los puntos siguientes:

Porfirio Díaz renunciaba a la presidencia de la República.
– Se nombraba como presidente interino a León de la Barra.
– Se disuelve el ejército revolucionario. Las garantías del Acuerdo quedan defendidas por el ejército federal.
– La indemnización por daños de guerra será pagada por los revolucionarios.

Díaz renunció a la presidencia y en marzo de 1911 abandona el país. Madero llegó triunfante a la capital acompañando al presidente interino León de la Barra.

Los zapatistas se desesperaron y volvieron a tomar las armas para exigir que, les fueran devueltas las tierras. Madero se entrevistó con Zapata para pedirle que dejara por el momento la lucha agraria ofreciéndole a cambio una hacienda en Veracruz. Zapata no aceptó y rompió relaciones con él. Fue enviado Victoriano Huerta a reprimirlo, pero fracasó.

Las elecciones dieron un triunfo aplastante a Madero, quien nombró vicepresidente a Pino Suárez. Su gabinete quedó formado por antiguos porfiristas y familiares; ningún revolucionario formó parte del mismo.

Zapata lo desconoció públicamente por medio del Plan de Ayala, reconociendo como Jefe a Pascual Orozco.

Los porfiristas fueron ganando posiciones, crecía la desilusión e indignación de los revolucionarios. Zapata en el sur y Orozco en el norte estaban en franca guerra contra el gobierno. Encabezados por Félix Díaz, secundados por Bernardo Reyes y Victoriano Huerta, planearon dar un golpe de Estado a Madero.

La decena trágica (8 a 18 de febrero de 1913) en la cual se fraguó el golpe de Estado, tuvo sitiada a la Ciudad de México. Finalmente fueron obligados a dimitir Madero y Pino Suárez y fueron asesinados por orden de Huerta.