Fagocitosis e interferón

Todos los animales posee mecanismos de defensa para protegerse contra posibles agentes nocivos para sus células, se trate de organismos patógenos (provocadores de enfermedades) o de simples moléculas o sustancias químicas que interfieren las funciones biológicas. La respuesta celular inespecífica es eficaz contra una gran cantidad de patógenos, a los cuales impide el ingreso en el cuerpo o destruye rápidamente en caso de que lleguen a atravesar.

Las primeras barreras defensivas como la piel, las mucosas y sus secreciones (saliva, moco, lágrimas, etc.).

Los epitelios de las vías respiratorias y del aparato urogenital y las secreciones ácidas del estómago, entre otras. Existen tres tipos básicos de defensa celular inespecífica: inflamación, fagocitosis y la secreción de interferón.

Fagocitosis

La reacción inflamatoria desencadenada por la invasión de los tejidos por parte de agentes patógenos se caracteriza por una dilatación de los vasos de la zona afectada. La consecuencia inmediata es el incremento del flujo sanguíneo, que conlleva el aporte de gran número de células fagocitarías hacia el área infectada, y el aumento de la permeabilidad de los capilares, que permite el ingreso en los tejidos de las gammaglobulinas, que actúan como anticuerpos.

La fagocitosis es el mecanismo de defensa más generalizado, y en muchos invertebrados constituye el único sistema de defensa celular. Los fagocitos son células capaces de capturar con sus pseudópodos a los microorganismos extraños, digiriéndolos en sus vacuolas ricas en lisosomas; unos son móviles, como los leucocitos de la sangre y los histiocitos o macrófagos del tejido conjuntivo, y otros son fijos, como los macrófagos que revisten las paredes interiores de los canales del hígado, del bazo, médula ósea y otros órganos. El conjunto de las células fagocitarías forma el sistema retículoendotelial.

Interferón

Ciertos tipos de células, al ser infectados por virus u otros parásitos intracelulares, reaccionan secretando interferones, que no son sino proteínas que estimulan a otras células para que produzcan proteínas antivirales que impiden que la célula sintetice las macromoléculas necesarias para el virus.

El interferón no tiene actividad especifica con un virus determinado, pero es especifico de cada especie, de modo que las células de cada especie producen su propio interferón.