Formación de esporas y germinación

La gemación es un tipo de reproducción vegetativa en el que el nuevo individuo surge en forma de excrecencia o yema sobre un animal adulto adquiriendo más tarde la forma y tamaño de éste. Los nuevos individuos se desprenden para hacer vida libre o bien quedan unidos al progenitor para formar una colonia, como ocurre en esponjas, cnidarios, briozoos y tunicados. A veces este tipo de reproducción no es sino una forma de resistencia ante condiciones desfavorables.

Como en el caso de ciertas esponjas de agua dulce que producen numerosas yemas internas (gémulas), pluricelulares y encerradas dentro de una densa cubierta común, que darán lugar tras el frío invernal a nuevos individuos una vez muerto el progenitor.

Formación de esporas

Las esporas son células especializadas en la reproducción, capaces de multiplicarse por sí mismas y originar nuevos individuos, al mismo tiempo que constituyen formas de resistencia frente a condiciones adversas, característica que, unida al hecho de no tener que fusionarse con otro germen, las convierte en un eficaz método de propagación de los organismos que las  producen (bacterias, protistas, hongos y plantas inferiores).

En las bacterias, la formación de esporas no constituye en realidad una forma de reproducción, puesto que sólo se forma una espora por célula y por tanto el número total de individuos no aumenta como resultado de la formación de esporas.

Se trata de células latentes para sobrevivir en los ambientes extremadamente, secos, cálidos o fríos, o bien cuando escasea el alimento.

Cuando las condiciones ambientales vuelven a ser adecuadas para el crecimiento, la espora absorbe agua, se rompe la pared interna y vuelve a surgir una célula bacteriana activa.

En los hongos, las esporas se forman por encima del sustrato, directamente a partir de células hifales o bien dentro de cuerpos fructíferos especializados llamados esporangios.

En los hongos terrestres suelen ser inmóviles (aplanosporas) y son dispersadas por el viento o los animales, mientras que en los hongos acuáticos suelen ser móviles (planosporas o zoosporas) gracias a la presencia de uno o más flagelos.

La parte más conocida de muchos hongos superiores, la seta, es en realidad el cuerpo fructífero, permaneciendo la mayor parte del organismo (el micelio hifal) invisible dentro de la materia orgánica en descomposición que el hongo está invadiendo.

Muchas algas también producen esporas asexuales, llamadas mítosporas, o zoosporas si son móviles. Las plantas terrestres no vasculares (briofitas) presentan alternancia de una generación sexuada y otra asexuada.

El esporofito -generalmente un simple tallo ahusado que carece de hojas- produce en el extremo superior un esporangio o cápsula en cuyo interior se encuentran las células diploides llamadas células madre de las esporas. Cada una de esas células se divide por meiosis para formar cuatro esporas haploides, con las que empieza la generación gametofitica.