Formación y desarrollo del líder

Como en todas las profesiones, oficios e incluso aficiones, el líder debe desarrollar sus habilidades de liderazgo.

Los grandes músicos y atletas no adquieren sus extraordinarias virtudes solo con poseer sus dones naturales.

El camino que siguen es la práctica, el aprendizaje e incluso el sacrificio. Al entrevistar a líderes de una variedad de campos, cuando se les pregunta cómo se convirtieron en el mejor líder, hicieron los siguientes comentarios:

– “He observado métodos y habilidades que poseen mis jefes que he respetado”.

– “Tomando riesgos, intentando y aprendiendo de mis errores”.

– “Leyendo autobiografías de líderes que admiro para tratar de entender cómo piensan”.

– “Mucha práctica”.

– “Cometiendo errores e intentando un enfoque diferente”.

– “Comprometiéndome con otros directamente para que se hagan las cosas”.

– “Por haber ocupado posiciones de responsabilidad de las que dependían otras personas”.

¿Cómo desarrollar habilidades de liderazgo? En general, se debe comenzar por salirse de la “zona de comodidad”. Esto es, no buscar ni mantenerse en lo fácil, en lo conocido, en la rutina, en aquello que no significa algún desafío.

Por el contrario, hay que aceptar, enfrentar, e incluso crear situaciones que requieran adaptación, cambio, reto, innovación. Esto es la mejor forma de aprender y es, de hecho, la forma como aprenden los grandes líderes.

Más específicamente, las siguientes son algunas experiencias de desarrollo que se deben buscar:

Asignaciones. Construir algo de la nada; arreglar o darle la vuelta a una operación que está fallando: tomar la responsabilidad de un proyecto o fuerza de tarea; aceptar responsabilidades internacionales.

Otra gente. Estar expuesto a modelos de conducta positivos; incrementar la visibilidad con otros; trabajar con gente de orígenes distintos.

Padecimientos. Superar ideas que fallan y tratos que se colapsan; confrontar los problemas de desempeño de otros; romper una rutina de carrera.

Otros eventos. Cursos formales; experiencias de trabajo desafiantes; supervisión de los demás; experiencias fuera del trabajo.

Estas experiencias no garantizan que un individuo se convierta en un líder efectivo, pero sin ellas el desarrollo estará limitado.

Hay que buscar estas experiencias, hay que esperar errores, no se debe claudicar a causa de ellos, se debe tomar el tiempo necesario para aprender de las propias vivencias.

Fuente: Apuntes de Administración V de la FCA de la UNAM