Hábitats marinos

Los océanos y los mares cubren más de las dos terceras partes de la superficie terrestre y o albergan una amplia variedad de comunidades y hábitats. Las principales características del medio oceánico son las siguientes. La oscilación anual de la temperatura raramente supera los 5 °C (en un mismo lugar), aunque las temperaturas medias pueden ser desde 32 °C en aguas tropicales hasta poco más de -2 °C en aguas polares.

La cantidad de oxígeno disuelto gira en torno a los 7 cm3, de oxígeno por litro, variando al igual que los otros gases disueltos- con la temperatura y la profundidad.

El contenido medio en sales (cloruro sódico y otras) es del 3.5%. El agua es un buen transmisor de la luz, que penetra hasta una profundidad de unos 180m.

La presión aumenta en torno a una atmósfera  por cada10 m. de profundidad, de manera que los animales que viven a grandes profundidades están sometidos a fuertes presiones.

Hábitats marinos

Desde el punto de vista ecológico, los hábitats marinos son de dos tipos: pelágicos o mares abiertos y bentónicos o fondos marinos. Entre los primeros se distinguen las regiones neríticas, constituidas por el mar abierto situado sobre las plataformas se continentales, y las regiones oceánicas o mares abiertos situados por encima de los fondos oceánicos propiamente dichos.

La región oceánica se divide verticalmente en varias zonas. La zona epipelágica es la capa superior del océano, en la que penetra la luz en grado suficiente como para que haya actividad fotosintética.

Es la única zona donde hay producción de plantas y también recibe el nombre de zona fótica, en contraste con el resto de zonas afóticas situadas por debajo de ella, a las cuales no llega la luz.

La profundidad de la zona epipelágica suele ser de unos 100 m., pero en zonas de aguas muy transparentes puede llegar hasta los 200 m. La primera zona afótica es la zona mesopelágica, que limita por debajo con la isoterma de 10 °C y llega hasta profundidades comprendidas entre los 700 y los 1,000 m. E1 número de animales que la habitan es muy  inferior al de la zona epipelágica.

Hasta los 4,000 m, de profundidad se extiende la zona batipelágica, limitada interiormente por la isoterma de 4“C y en la que escasean los animales. Y a profundidades superiores se encuentra la zona pelágica abisal, a partir de la cual se hunden las fosas oceánicas, con una fauna a menudo endémica de cada fosa. Los hábitats bentónicos se subdividen en tres zonas.

La plataforma continental, correspondiente a la zona en contacto con el continente, se extiende mar adentro por un buen trecho y con una pendiente suave, y comprende la zona litoral, entre las líneas de pleamar y bajamar, con abundante vida vegetal y animal, y la zona sublitoral que se extiende desde el límite de la marea baja hasta el borde de la plataforma continental, con un gran potencial pesquero.

Más allá de la plataforma, el piso oceánico cae en fuerte pendiente hasta los 2,000m, o más, formando el talud continental o zona batial, por debajo de la zona oceánica batipelágica. Al pie de ese talud empieza la zona abisal o fondo oceánico propiamente dicho, que se extiende hasta el nivel superior de las fosas oceánicas, cuyo fondo recibe el nombre de zona hadal.