Identificación y diagnóstico del problema

Se toman decisiones para que sucedan o no hechos o circunstancias que al ocurrir o no, facilitan y/o hagan posible el logro de los objetivos y metas de la organización. Cuando se presentan hechos o circunstancias que dificultan o ponen en riesgo la consecución de algún propósito o fin, se está frente a un problema y por lo tanto el directivo debe proceder a solucionarlo.

Es del dominio público la frase que señala que el “conocimiento de las causas de un problema, representa el 50% de su solución”. En efecto, una correcta identificación y diagnóstico del problema representa un avance muy significativo en el camino a su solución, sin embargo el directivo debe estar alerta de un peligro mucho mayor que una identificación o diagnostico pobre o incompleto del problema: Este peligro se presenta en el momento que la percepción del gerente le dice que no existe un problema cuando lo que en realidad sucede, es lo contrario.

Reconocer, por un lado, que la capacidad del directivo, para reconocer la existencia de problemas puede estar disminuida o distorsionada, y por otro la existencia de problemas, cuya naturaleza los hace de difícil percepción, es fundamental para justificar y exigirle al gerente que debe mantenerse siempre alerta y desarrollar su habilidad para prever, prevenir e identificar problemas.

Una vez que la habilidad de “ver” y “olfatear” los problemas antes de que aparezcan o se vuelvan graves sea del dominio del gerente, queda esperar otra competencia: realizar un diagnóstico certero. Para ello un diagnóstico debe centrarse no solo en los efectos del problema sino fundamentalmente en sus orígenes, es decir, sus causas y cuál es o será el impacto que producirá en el cumplimiento de los objetivos y metas de la organización.

Fuente: Apuntes de Administración V de la FCA de la UNAM