Impresión en serigrafía

Para este tipo de impresión se usa un tamiz de malla fina de seda, nylon o metal, la cual se bloquea con una emulsión fotosensible, usando un positivo que deja libre de emulsión las áreas oscuras de éste y endurece y bloquea las áreas claras del positivo.

La tinta se hace pasar por la malla con un rasero. En sus inicios esta malla era de seda, de ahí el nombre de serigrafía.

La serigrafía permite una impresión manual, para la cual se usan marcos de diversos tamaños. Existe también la impresión semiautomática y la completamente automatizada, que puede efectuar hasta seis mil impresiones por hora.

Este proceso de impresión de usa generalmente en piezas ya terminadas, cada tinta se aplica por separado dejándose secar la tinta entre un color y otro. La tinta para serigrafía es muy viscosa y cubriente, lo que permite aplicar colores claros sobre oscuros, como blanco sobre negro.

Es económica para tiradas cortas, presentando la ventaja de que con esta técnica se puede imprimir en cualquier material. Este sistema se utiliza básicamente en la impresión de envases de vidrio y cubetas plásticas.

Fuente: Materia de Diseño de Envases y Embalajes de la Universidad de Londres