Investigación de accidentes e incidentes

La única diferencia entre un accidente y un incidente consiste en los efectos que se producen, sin embargo la causa que desencadena un accidente es la misma que ocasiona un incidente. De tal forma que, para fines prácticos, aquí no haremos distinción entre ambos términos.

La investigación de accidentes consiste en efectuar un estudio de lo ocurrido y reconstruir los hechos lo más fidedignamente posible para establecer sus causas, y con base en ello adoptar las medidas de corrección que eviten que se vuelva a presentar un accidente similar.

Desde luego que ésta es una técnica correctiva, considerando que el accidente ya ocurrió, pero es también preventiva, es decir, con miras hacia el futuro. La frase «tapar el pozo después de ahogado el niño» se dice muchas veces en el sentido de: «ya para qué». En efecto, significa que ya es tarde hacerlo, pero si no «tapamos el pozo» se pueden ahogar más niños.

Cuando los accidentes no se investigan correctamente, las causas específicas que los produjeron no quedan muy claras, lo cual puede ocasionar que nuevas medidas correctivas no funcionen o se apliquen en forma inadecuada, con el peligro latente de que un nuevo accidente vuelva a presentarse.

En otras ocasiones, algunas empresas adoptan la política de investigar sólo los accidentes «graves». (Los accidentes graves son aquellos que producen por lo menos un día de incapacidad o sea la mayoría de los accidentes.) Sin embargo, la etiqueta de «grave» muchas empresas la asignan a aquellos accidentes que ocasionan muchos días de incapacidad, incapacidades parciales, permanentes o incluso defunciones.

Con esto, dejan de investigar la mayoría de los accidentes y pierden la oportunidad de evitar que se vuelvan a presentar.

Fuente: Apuntes de Higiene y seguridad industrial de la Unideg.