Jan Vermeer

Pintor holandés bautizado en Delft el 31 de Octubre de 1032. Se sabe poco de las etapas tempranas de su vida. Nació en una familia de comerciantes protestantes, heredó el negocio de su padre y probablemente fue alumno de los maestros Leonaert Bramer y Carel Fabritius. En 1653 se casó con Catharina Bolnes, se convirtió al catolicismo y perteneció al gremio de marchantes de arte de San Lucas, en el que comenzó a comerciar con sus primeros trabajos.

La invasión francesa de los Países Bajos en 1672 lo sumió en graves problemas financieros y, tras su muerte, su familia se vio obligada a vender todos los cuadros que poseían para sobrevivir.

El conjunto de su obra está conformado por 60 piezas, pero sólo esta plenamente validada la autenticidad de 35. A falta de registros escritos, éstas sólo han podido fecharse a través del análisis de su estilo.

Sus obras son cuadros de género, se caracterizan por la claridad compositiva y la proximidad de colores complementarios, como el azul y el amarillo. En una atmósfera de quietud presentan a personajes individuales, a veces parejas, en espacios domésticos bien delimitados, acompañados a veces con motivos alegóricos, donde se desarrollan escenas de la vida cotidiana.

Otra característica importante de su obra es la entrada de la luz natural, siempre por la ventana del lado izquierdo. Algunas de esas piezas son Muchacha leyendo una carta, Dama con dos caballeros, El geógrafo, La lección de música, La encajera y Militar y muchacha riendo.

Vermeer también pintó un par de paisajes urbanos, como su célebre Vista de Delft para la que quizá usó la cámara oscura. Aunque gozó de la admiración de sus contemporáneos, su verdadero aprecio empezó dos siglos después, gracias al ensayo del crítico francés Théophile Thoré publicado en la Gaceta de Bellas Artes. Murió en su ciudad natal el 16 de diciembre de 1675.