La estructura de la mente

En el modelo de Jung la psique consta de tres partes: la conciencia, el inconsciente personal y el inconsciente colectivo.

– La conciencia tiene un papel secundario respecto a los dos inconscientes. Su función fundamental es servir al sujeto para adaptarse al ambiente.

El «ego» es la parte central de la conciencia y tiene la función de otorgar el sentido de continuidad e identidad personal a través de la vida, el sentido de «si-mismo”.

Esta parte de la mente, que es la conciencia, es la única parte que el individuo conoce directamente. El Yo (ego) por lo tanto no es idéntico a la totalidad de la Psique.

Esta actividad yoica organiza la actividad consciente que consta de pensamientos, recuerdos, percepciones y sentimientos conscientes.

Además el yo juega el papel de guardián del umbral de la conciencia, de modo de que todo lo que no entre en su actividad permanece inconsciente.

El papel selectivo del yo permite que el individuo mantenga su sentido de identidad y continuidad personal, pues a través de la selección y eliminación de ciertos materiales psíquicos el sujeto se siente organizado y portador de una identidad, identidad que se vería amenazada por la irrupción de la psicosis y la desorganización personal si la función del yo desapareciera por completo.

Sin embargo las funciones del yo cuando son en exceso preponderantes, desequilibran la homeostasis con los elementos inconscientes de la psique, y producen determinados trastornos psicológicos como las neurosis.

– El inconsciente personal abarca aquellos aspectos de la mente que han sido reprimidos y los recuerdos aparentemente olvidados. También contiene las funciones de la «percepción subliminal» y la actividad de los sueños y fantasías relacionadas con recuerdos, deseos y experiencias personales reprimidas u olvidadas.

Jung, en este aspecto del inconsciente personal subscribe parcialmente la concepción de Freud. El inconsciente personal no se caracteriza Jung por tener solo una carga sexual y / o agresiva.

Este punto lo aclara en una concepción de la Libido distinta a la freudiana. La libido o energía psíquica inconsciente que guía las motivaciones humanas tiene para Freud una finalidad sexual, mientras que para Jung tiene un componente indiferenciado al estilo de la energía vital (elan vital) de Henri Bergson.

La libido para Jung es una energía vital indiferenciada, el soplo de la misma «alma», concebida psicológicamente. También, el inconsciente personal, puede contener experiencias personales olvidadas o reprimidas por otras motivaciones, y sobretodo en su actividad destacan los «Complejos”.

El inconsciente personal, a diferencia de los procesos conscientes que pueden ser conocidos directamente al percatarnos de ellos, solo puede ser inferido a través de ciertas actividades humanas como los síntomas, los complejos y los símbolos.

Jung propuso que su «test de asociación de palabras» puede detectar los complejos vinculados al inconsciente personal (Freud lo tubo en cuenta, en la época en que ambos colaboraron, pero lo relegó a segundo plano frente a su método de «asociación libre»).

En el método de la asociación de palabras se le pide al sujeto que conteste a una palabra, de una lista de unas cien palabras, con la primera que se le venga a la mente. El examinador toma nota de la respuesta junto al tiempo que se tarda en responder.

Si el sujeto no percibe inconscientemente que la palabra estímulo no se relaciona con ningún complejo (ver apartado de los complejos) este responderá rápidamente con alguna otra palabra.

Jung consideró que determinadas respuestas indican la presencia de un complejo emocional:

1) Una reacción retardada
2) Respuestas múltiples (el sujeto em plea varias palabras como indicador de no control de su respuesta, que intenta ocultar
3) Respuestas personales (p.e ante la palabra estímulo se responde: bailar—>la amo, azar—->no creo en el)
4) La perseveración (dar las mismas respuestas ante palabras estímulos muy variadas)
5) Responder con una asociación superficial (p.e casarse—->casado)
6) Repetir la misma palabra del estímulo
7) La absoluta imposibilidad de responder (el indicador mas fuerte de la presencia de un complejo
8) Indicadores de pobre reproducción (cuando en una segunda pasada del test hay mas de un 20% de respuestas diferentes puede estar presente un complejo) y
9) La presencia de respuestas emocionales al test como el tartamudeo, el carraspeo, sonrojarse, sorpresa, cambios frecuentes de postura y otras reacciones.

La concepción del inconsciente personal se basa en la teoría de los complejos, y difiere de la freudiana, en cuanto al papel autónomo que tienen estos en la concepción de Jung. En el apartado de los complejos nos extenderemos en este punto.

– La tercera región de la psique, el inconsciente colectivo, es la más importante en la vida del sujeto. Es el substrato mas profundo de la mente, presente en todos los individuos desde su nacimiento.

Conforma la dimensión objetiva de la psique (frente a la subjetiva del inconsciente personal), al contener la experiencia humana de las generaciones de la humanidad.

El inconsciente colectivo está dotado de propósito e intencionalidad, cuya fuerza energética reposa en elementos primordiales o arcaicos, llamados «arquetipos”.

Esta región de la mente jamas puede enfermar, ya que contiene las experiencias y los mensajes primordiales de la humanidad. Por otro lado el inconsciente colectivo no deriva de las experiencias ambientales y personales del sujeto.

Fuente: Apuntes Análisis del discurso visual de la U de Londres