La motivación del cliente es lo que determina la calidad del servicio

Con excesiva frecuencia, las empresas prejuzgan la motivación del cliente. Absortas en el rendimiento técnico de sus productos e ignorantes de la motivación real de la compra, establecen políticas inadecuadas de calidad de servicio.

Son muchas las empresas que prometen un tiempo de respuesta en caso de avería, mientras que la preocupación real del cliente está en saber si podrá disponer inmediatamente de una máquina que sustituya a la averiada.

Para mantener el nivel de excelencia, es fundamental saber que el comprador de perfume compra esperanza, que el que compra vacaciones compra ausencia de preocupaciones.

Cuando se vende enseñanza, el cliente compra aprendizaje. Cuando se vende publicidad, el anunciante compra ventas. Cuando se vende un espectáculo, el espectador compra diversión.

Fuente: Apunte de la materia de Comercialización de la UNIDEG.