Liderazgo y dirección

Los gerentes efectivos no son necesariamente verdaderos líderes. Muchos administradores, supervisores e incluso altos ejecutivos cumplen sus responsabilidades sin ser grandes líderes.

Pero esta realidad abre oportunidades para el liderazgo. Así, la habilidad de dirigir efectivamente separará a los gerentes excelentes del promedio.

Los gerentes tienen que tratar con las complejidades cotidianas de las organizaciones. El verdadero liderazgo incluye orquestar el verdadero cambio con efectividad.

Mientras que dirigir requiere planear y presupuestar rutinas, liderear incluye establecer el rumbo (crear una visión) para la firma.

La dirección requiere estructurar la organización, dotarla de gente capaz y supervisar sus actividades; el liderazgo va más allá de estas funciones al inspirar a la gente a realizar la visión.

Los grandes líderes mantienen a la gente enfocada en impulsar a la organización hacia su futuro ideal, motivarla a superar cualquier obstáculo en el camino.

Bateman y Snell describen esta posición así:

Muchos observadores creen que los negocios estadounidenses perdieron su ventaja competitiva para carecer de liderazgo sólido.

Mientras que los gerentes se enfocan en las actividades superficiales y se preocupan por las utilidades de corto plazo y precios de las acciones, muy pocos han surgido como líderes que fomentan la innovación y el logro de metas de largo plazo.

Y mientras que muchos gerentes están demasiado preocupados por “caber” y no mover demasiado las cosas, los que emergen como líderes están más preocupados en tomar decisiones importantes que pueden romper con las tradiciones, pero que sean humanas, morales y correctas.

El líder pone énfasis sobre la sustancia más que sobre el estilo. Aquí es importante tener en claro varias cosas. Primero, dirección y liderazgo son de importancia vital.

Destacar la necesidad de mayor liderazgo no es minimizar la importancia de la dirección o de los gerentes. Es decir, que el liderazgo implica procesos singulares que se distinguen de los administradores, directores o gerentes básicos.

Incluso, sólo porque implican procesos diferentes eso no quiere decir que requieran de gente diferente y separada. La misma persona puede ejemplificar procesos administrativos, directivos o gerenciales efectivos o procesos de liderazgo, ambos o ninguno.

Los autores citados56, advierten que la idea de distinguir entre dirección y liderazgo, puede ser considerada irrelevante o innecesaria.

Sin embargo sostienen que las diferencias existentes entre quien dirige y quien lidere son significativas y su comprensión ayuda a reconocer los factores de éxito de ambos procesos, dirección y liderazgo.

Quizá una distinción más clara o más útil esté entre el liderazgo de supervisión y el estratégico.

El liderazgo de supervisión es el comportamiento que ofrece guía, apoyo y retroalimentación correctiva para las actividades cotidianas de los miembros de la unidad de trabajo.

El liderazgo estratégico da propósito y significado a las organizaciones. Y en el ambiente de negocios moderno, donde la gente de toda la organización debe pensar estratégicamente y comportarse como personas de negocios.

Fuente: Apuntes de Administración V de la FCA de la UNAM