Lixiviación

Lixiviación, proceso de lavado que realiza el agua que se infiltra en el suelo. La disolución, movilización y precipitación de las moléculas e iones del suelo depende de varios factores, como el pH y la temperatura. El responsable último del tipo de lixiviación, como del tipo de suelo formado, es el clima. El horizonte o nivel A de un suelo se denomina, también, nivel de lixiviación, de eluviación o de lavado, porque es el que resulta empobrecido como resultado de este proceso.

Por el contrario, el horizonte B se denomina nivel de iluviación o de acumulación, porque en él se produce el depósito de las sales procedentes del lavado del nivel superior. Se suelen acumular carbonatos, nitratos y sulfatos de hierro, calcio o aluminio.

La lixiviación es un proceso a tener en cuenta desde el punto de vista ambiental, dado que si se han producido vertidos contaminantes en superficie, la lixiviación puede provocar la contaminación de los suelos subyacentes o de las aguas subterráneas. Para evitar algunos de estos problemas, al instalar un vertedero de basuras o una balsa de decantación de instalaciones mineras o industriales hay que impermeabilizar la base para evitar el lixiviado y posible contaminación del subsuelo.