Los accidentes dentro del campo laboral

La seguridad laboral y los accidentes se encuentran entre las más antiguas preocupaciones de la psicología organizacional, remontándose a principios del siglo XX. Una de las primeras responsabilidades de los psicólogos fue desarrollar condiciones laborales más seguras.

Los ingenieros también tuvieron una gran contribución, en lo referente al diseño del equipo y a la disposición de las fábricas. Aunque se han realizado grandes avances en la mejora de la seguridad, los accidentes laborales continúan siendo una gran fuente de preocupación.

Loughlin, Hepburn y Barling expusieron en 1995 unas alarmantes estadísticas sobre la seguridad laboral. Cada año mueren en accidentes o enfermedades relacionados con el trabajo 100,000 trabajadores en Estados Unidos, 400,000 sufren minusvalías y 6 millones sufren lesiones en el trabajo.

Un trabajador estadounidense tiene probabilidad cinco veces mayor de morir que uno sueco y tres veces mayor que un trabajador japonés.

Los investigadores de diferentes disciplinas afrontan el problema de los accidentes laborales desde muchas perspectivas, pero la reducción de su frecuencia y gravedad, es preocupación de todos.

Los psicólogos industriales se centran en las características individuales asociadas con los accidentes e investigan los enfoques tradicionales (selección de personal, diseño del trabajo y capacitación) para la reducción de accidentes.

Los higienistas industriales ven a las enfermedades profesionales como una consecuencia de sucesos o accidentes recurrentes.

Los técnicos de seguridad consideran a los accidentes como el resultado de una secuencia de actos o sucesos con consecuencias no deseadas, como una lesión, daños en las instalaciones o una interrupción del trabajo.

Los accidentes y las lesiones no son lo mismo. Una lesión es la consecuencia de un accidente, pero también ocurren muchos accidentes sin lesiones. Aunque los psicólogos se preocupen de los accidentes, sin distinguir entre accidentes con o sin lesiones, normalmente se presta más atención a aquellos accidentes que provocan lesiones.

En un intento de lograr que las personas sean más conscientes de la probabilidad de tener accidentes, los investigadores han calculado esta probabilidad como resultado de, por ejemplo, los kilómetros conducidos, los viajes emprendidos.

Sin embargo, Sheelhy y Chapman encontraron en 1987 que un aumento en la probabilidad objetiva de un accidente parecía generar un rechazo proporcional de su posible existencia (es decir, la probabilidad percibida) por parte de las personas, reduciendo, por tanto, su capacidad de sensibilizarlas sobre su existencia.

Más aún, cuando ocurren los accidentes y lesiones, a menudo hay una fuerte tendencia a determinar quién es culpable de su existencia y a buscar sus causas.

Como observaron Senders y Moray en 1991, con frecuencia es muy difícil identificar una sola causa de los accidentes, especialmente en aquellos que impliquen un error humano.

Reason expuso en 1994 que, actualmente, la profesión médica ha reconocido los errores de los médicos en los diagnósticos de sus pacientes.

Reason afirmó “Este nuevo espíritu de apertura ha conducido ahora a un creciente número de provechosas asociaciones de investigación entre doctores (en especial anestesistas) y especialistas en factores humanos” (cite fuente).

Fuente: Apuntes de la materia Psicología del trabajo de la facultad de contaduría y administración, UNAM