Lunas de vidrio

Las lunas pulidas son de un vidrio transparente de entre 4 y 10 mm. De espesor y dimensiones máximas variables, según este ultimo, entre 252 x 165 a 825 x 243 cm.

Las lunas curvas tienen posibilidades de variar las formas según el molde, con desarrollos comerciales que tengan hasta los 5.50 x 2.45 m. Y una flecha curvatura que puede alcanzar el metro.

Las lunas rectangulares

Resultan de la transformación de una luna pulida en un espejo por medio de un proceso de metalización, ya sea por plateado es decir, añadiendo una película de plata protegida con barnices especiales mediante una capa de cobre, como fenómeno realizado por vías químicas.

Las lunas de color

Se obtienen mediante un proceso parecido al de la luna pulida, con la adición de óxidos metálicos estables.

Su principal característica radica en su poder de absorción de las radiaciones visibles, deslumbrantes, infrarrojas y ultravioletas. Este tipo de lunas mejoran las condiciones térmicas de un edificio, dada su notable absorción de la radiación solar directa y difusa.

Las lunas translúcidas

Son vidrios tratados en una o ambas caras con el fin de que sean parcial o totalmente translúcidos, evitando así su transparencia.