Mexicas y sus contemporáneos

Azcapotzalco se encontraba gobernada por el tepaneca Acolnahuacatzin, el cual poco a poco continuaba sus guerras de conquista. Cuando los mexicas se establecieron en la región de los valles, en Tenochtitlan, esta zona pertenecía a los tepanecas. Por lo anterior, los mexicas se vieron obligados no sólo a pagar tributos a Azcapotzalco sino a participar también en muchas de sus empresas bélicas.

El reino de Culhuacán se situaba al sur de los dominios de Azcapotzalco. En dicho lugar, perduraba la antipatía en contra de los mexicas como consecuencia de la última actuación de éstos, sin embargo, se habían mejorado las formas de vinculación con ellos a través de enlaces matrimoniales.

Hacia 1367, Culhuacán cae en manos de los tepanecas de Azcapotzalco. A partir de ese momento brota la idea en los mexicas de que a ellos correspondía heredar la realidad política y cultural derivada de los toltecas. Es por eso que los mexicas habrían de obtener de los culhuacanos un príncipe asignado por éstos, para que como rey o tlatoaní, fuera a gobernar en Tenochtitlan.

El Coatlichan, esta situado en las riberas orientales del río Tetzcoco, se encontraba gobernado por Acolmiztli, que asimismo promovía la expansión de sus dominios.

El comienzo de la construcción de México-Tenochtitlan, los mexicas continuaron obedeciendo a los sacerdotes y jefes que habían sido sus guías en la peregrinación. Entre las primeras edificaciones erguidas, se construyó un templo en honor a Huitzilopochtli.

Cuando ésta se concluyó, el dios, a través de sus sacerdotes, expresó una nueva profecía: «Escuchad -dijo- estableceos haced petición, fundad señoríos por los cuatro rumbos del mundo…»

Los primeros tiempos de Tenochtitlan

El mandato de Huitzilopochtli se tomó como una profecía de lo que llegaría a ser el poderío mexica. A su vez señalaba el modo de cómo debía distribuirse la ciudad. Se dividiría ésta en cuatro sectores, a la manera de los cuatro cuadrantes cósmicos:

– Al noreste quedó Atzacoalco «donde está la compuerta del agua»;
– Al noroeste se erigió Cuepopan, «donde abren sus corolas las flores»;
– Al sureste Teopan, «en el lugar del dios»; y
– Al suroeste estuvo Moyotla, «en el lugar de los moscos».

Estos cuatro sectores fueron el núcleo de la ciudad que más tarde creció ganando tierra al lago. Esto se logró por medio de las célebres chinampas, (huerto en las lagunas vecinas a la Ciudad de México) sementeras que se construían a modo de armazones con varas y carrizos en donde se amontonaba la tierra y el cieno del lago. Posteriormente las chinampas quedaron unidas al islote, divididas a veces entre sí por canales. Una vez organizadas las cuatro divisiones territoriales, se instalaron los dioses propios de los varios calpulli (de los distintos linajes que vivían allí).

En 1337, pocos años después de la fundación de Tenochtitlan, algunos de los mexicas se enfrentaron entre sí, por lo que decidieron abandonar la ciudad y formar al norte de ésta (en un islote más pequeño), la que se denominó Tiatelolco.

En 1363, tuvo lugar la muerte del antiguo caudillo Tenochtli. Por ese tiempo falleció también Acolnahuacatzin, el señor tepaneca. Corno sucesor de este último se entronizó entonces Tezozómoc, durante cuyo reinado habría de expandirse más que nunca el poderío de Azcapotzalco.

Tezozómoc obtuvo pronto dos victorias. la primera fue la conquista y sometimiento de Culhuacán; y la segunda, la ocupación del señorío de Tenayuca.

Los mexicas desde la muerte de Tenochtli, habían manifestado ya su propósito de tener un tlatoani o rey; por lo que un grupo de mexicas se dirigió a Culhuacán (ésta aunque sometida, conservaba aún a sus propios gobernantes), donde manifestaron sus deseos de que se les concediera al llamado ltzpapálotl Acamapichtli para que fuera tlatoani de Tenochtitlan. En respuesta accedieron a la demanda.