Movimientos revolucionarios de 1848

En 1845, a consecuencia de la pérdida de cosechas y de la plaga que acaba con las papas en muchos lugares se registran desórdenes por la hambruna popular. La crisis se da en toda Europa y perjudica a la burguesía industrial. Ésta promueve un movimiento reformista a la que se suma la clase obrera dirigida por Louis Blanc: el pueblo ocupa el Palacio de las Tullerías y el gobierno provisional se establece con un gabinete de once ministros, dos de los cuales son obreros, los demás pertenecen a la burguesía.

La Revolución de 1848 en Francia permite la instalación de un gobierno provisional que establece el sufragio universal ante la crisis generalizada y entrega el poder a la Asamblea Nacional que queda en manos de los republicanos moderados, quienes aplastan a los socialistas.

El gobierno queda dividido en un poder ejecutivo al cuidado de un presidente y una Asamblea tripartita que representa al poder legislativo.

Diciembre de 1848 la elección de presidente recae en Luis Napoleón Bonaparte con el apoyo de católicos y monárquicos. Restringe las libertades de prensa y de enseñanza y el derecho de sufragio; busca restaurar el Imperio. Se apoya en el ejército para disolver la Asamblea, restablece el sufragio universal y por medio de un plebiscito, en diciembre de 1852, Luis Napoleón es proclamado emperador de Francia con el nombre de Napoleón III.

Gobernante absolutista y autoritario. Impide la formación de un sistema parlamentario. Logra la prosperidad de Francia y la belleza de París: abre escuelas, funda hospitales, ordena la construcción de canales, caminos, ferrocarriles y astilleros, fomenta la industria, el comercio y la navegación trasatlántica.

Su política imperialista lo lleva a invadir México en 1861. Apoyado por los mexicanos de ideas monárquicas, se propone formar en México un Estado fuerte que pueda oponerse al desarrollo de los Estados Unidos. El pretexto: que el gobierno republicano liberal triunfante de Benito Juárez reconozca un empréstito que ha hecho el banquero Jeecker. Al principio la intervención es tripartita ya que Inglaterra y España, también deseaban asegurarse de que México les garantizara el reconocimiento y el pago de la deuda, lo cual se logra a través del Convenio de la Soledad. Napoleón III decide continuar la invasión.

Unificación de Italia

En la primera mitad del siglo XIX, los estados italianos enfrentan levantamientos populares que obligan a los gobernantes a regirse por medio de una constitución. Además de estos movimientos liberales, se presentan otros que tienen como fin lograr la unidad nacional: Carlos Alberto, rey de Piamonte, emprende una guerra contra Austria con este objetivo; pero es derrotado por los austríacos y obligado a abdicar en favor de su hijo Víctor Manuel II. Este monarca decide continuar con la obra iniciada por su padre y con la ayuda de su incomparable ministro Camilo Cavour y otros personajes logra la unidad italiana.

Para finalizar la guerra iniciada con Austria se firma la Paz de Zurich en 1858: Lombardía pasa a formar parte de Piamonte; Niza y Saboya se incorporan a Francia; y los estados papales se integran en una Confederación presidida por el Papa.

En 1866, Italia se une a Prusia en la guerra contra Austria. Al concluir el conflicto, Venecia pasa a poder italiano. En 1867, Víctor Manuel se compromete con Napoleón III a defender el dominio papal.

En 1870, Garibaldi y su ejército de voluntarios, por medio del movimiento nacionalista, se apodera de Roma en nombre del rey. Esta ciudad es declarada capital del reino. Un año después, se establece una Ley de garantías para el Papa: se fija una renta anual importante, el manejo del Vaticano, de San Juan de Letrán, la Villa de Castel Gandolfo que pasan a formar lo que hoy conocemos como Ciudad del Vaticano.

Unificación de Alemania

Casi al mismo tiempo en que se luchó por la unificación de Italia, se iniciaron los movimientos para lograr la unidad de Alemania. Obra principal de los reyes de Prusia. Nuevamente es Austria el país a enfrentar para excluirlo del dominio que tiene sobre algunos estados alemanes. Después se lucha contra Francia cuando ésta trata de frenar sus objetivos de unificación.

Guillermo I, rey de Prusia, considera que al Estado alemán le corresponde realizar la empresa de consolidar la unión alemana; para trabajar en ello, nombra como Primer Ministro a Otto von Bismarck.

Esta última se presenta cuando el emperador francés Napoleón III pretende evitar que Prusia se unifique con los demás estados alemanes. La situación se agrava cuando España, al quedar sin sucesor a la corona, se la ofrece a los Hohenzollern y Napoleón III le exige a Guillermo I que firme un documento en el que se comprometa a que la familia Hohenzollern no aceptará la corona española ni ninguna otra.

Bismarck y los franceses firman la Paz de Versalles en 1871. Por medio de los Tratados de Versalles se firma la paz definitiva. Francia cede AIsacia y Lorena a Alemania, además del pago de 5,000 millones de francos.

Guillermo I se proclama Kaiser, es decir, emperador, de Alemania. Alemania se conforma como la primera potencia militar del continente; mientras que su desarrollo marítimo, industrial y comercial la convierten en un poderoso rival de Inglaterra y Estados Unidos.

Los pueblos balcánicos, apoyados por los rusos, atacan a las tropas turcas; ante el peligro de que Constantinopla quede en poder de los rusos, el sultán Osmán Pacha firma el Tratado de San Stefano, pero las potencias de Europa occidental no aceptan este acuerdo y convocan al Congreso de Berlín en el cual se logra la independencia de Rumania, Servia y Montenegro. Bosnia y Hersegovina son ocupadas por Austria. Macedonia queda en poder de Turquía. Con este tratado, Austria se convierte en potencia balcánica y Rusia, defraudada, se inclina al lado de Francia.

Con población mayor, con indudable riqueza y una industria próspera, los estados del norte vencen a unos Estados del Sur con menos población, pero capacitados en el campo y acostumbrados a la fatiga. El general Grant, jefe del ejército norteño, obliga al general Lee a rendirse. Sin embargo, el héroe de la Guerra de Secesión es el presidente Abraham Lincoln cuya energía y tenacidad aseguran la victoria; al término de la guerra declara abolida la esclavitud. Este acto provoca su muerte.