Orientación hacia los resultados

La organización debe orientarse a la consecución de resultados concretos, mensurables y verificables en relación con todas las áreas de la gestión y con los procesos que añaden valor a los clientes o grupos de interés de la organización.

Siendo así, la organización ha de medir los resultados a través de un conjunto de indicadores que reflejen las necesidades e intereses de todas las partes.

El proceso de evaluación de los resultados precisa que la organización disponga de un sistema de información eficiente, ya que es la herramienta que permite una mejor comunicación y facilita la toma de decisiones basada en hechos y no en meras intuiciones. Se requiere que el sistema de información cumpla con lo siguiente:

– Proporcionar los datos necesarios para una toma de decisiones correcta, oportuna, confiable y efectiva, para la mejora e innovación de los procesos y la eficiente administración y gestión operativa de la organización.

– Ser útil para la toma de decisiones en los procesos clave y de apoyo, proporcionando información confiable, oportuna, consistente y veraz.

– Brindar un acceso fácil a la información para los usuarios internos y externos.

– Permitir la realización de comparaciones de sistemas, procesos e indicadores con otras organizaciones que tienen las mejores prácticas en el sector de que se trate.

– Verificar permanentemente la confiabilidad de las fuentes del sistema de información. Beneficios según la EFQM de la orientación hacia resultados:

– Comprender los requisitos actuales y futuros en cuanto a los resultados de la organización con el fin de fijar objetivos.

– Alinear y focalizar a toda la organización en el logro de unos determinados resultados.

– Satisfacción plena de todos los grupos de interés.

Fuente: Materia de Presupuestos y costos en el diseño gráfico de la Universidad de Londres