Otras parafilias

La sexualidad del ser humano es tan compleja que resulta casi imposible describir todas las  parafilias. Las más frecuentes se han descrito anteriormente. A continuación se hará referencia a otras parafilias, menos comunes y peor conocidas. Bestialismo. Con este nombre se conoce la relación sexual con animales.

Probablemente este tipo de conductas han existido siempre y han sido aceptadas o condenadas según las épocas y los ambientes. En mitología se describen varios casos de relaciones hombre-animal.

Por su parte, Kinsey, en sus investigaciones, encontró que un 8% de los hombres y un 3% de las mujeres habían tenido al menos una vez en su vida algún tipo de contacto sexual con animales.

Esta conducta parece ser más común en la adolescencia y entre personas que habitan en el campo o en granjas. Las prácticas, más frecuentes, en el caso del hombre, son el coito vaginal o anal, la estimulación de los genitales del animal o la fellatio por parte del animal. Entre las mujeres suele ser más común la masturbación del animal por parte de ella, la estimulación de la vulva por parte del animal, o simplemente el contacto corporal.

El bestialismo es muy raro como forma exclusiva de conducta  sexual y, en muchos casos, no pasa de ser una forma de experimentación de nuevas sensaciones. Cuando se convierte en la actividad preferida por el sujeto, habrá que pensar en algún problema de tipo psicológico.

Frotismo. Este término derivado del francés (frotteur), se usa para designar la conducta de algunos hombres que se excitan sexualmente rozando sus genitales con personas desconocidas en lugares públicos. Se suelen mover en transportes urbanos o en sitios donde haya aglomeraciones de gente.

No son muchos los datos de que se dispone sobre este trastorno, pero se supone que la mayoría de los frotteurs deben ser personas con dificultades para establecer relaciones normales. En algunos casos hay que hacer el diagnóstico diferencial con la oligofrenia.

Necrofilia. Es una parafilia extraordinariamente rara consistente en mantener contactos sexuales con los cadáveres. Se ha dicho que es posible que tenga lugar en casos de guerras, pero lo cierto es que suele ser síntoma de una enfermedad mental grave.

Finalmente, entre las muchas parafilias posibles citaremos las siguientes: escatología telefónica, consistente en excitarse sexualmente a través del teléfono, la coprofilia, en la que la excitación sexual se obtiene mediante la ingesta de excrementos; la urofilia, en la que lo excitante es la ingesta de orina; la klismafilia, o afición por los enemas (lavativas); y un largo etcétera.