Papeles y cartones

El papel y sus derivados no son los únicos materiales para envase y embalaje, aunque tal vez sean los más comunes. Sus particulares características lo colocan por encima de las opciones de envase fabricadas con materiales no biodegradables.

Naturaleza del papel

El papel es un conglomerado de fibras de celulosa dispuestas irregularmente, pero manteniendo un sentido llamado la “veta” del papel, como aquélla de la madera, fibras fuertemente adheridas entre sí.

Las principales propiedades que debe tener el papel para envase son:

a) Resistencia a la rotura por tracción, al alargamiento, reventamiento y al plegado.

b) Resistencia a la fricción. El nivel requerido de resistencia a la fricción estática y quinética para evitar el movimiento se logra tratando las superficies con un agente antideslizante como la sílica coloidal.

c) Grado de satinado. Es aquel que influye importantemente en el resultado de la impresión.

d) Resistencia al agua. Esencial en los papeles para envase.

e) Propiedades ópticas. En especial la opacidad, el brillo y la blancura. En ésta última es preciso señalar que aunque las fibras se someten a un proceso de blanqueo, conservan no obstante un tono amarillo natural.

Por esta razón se matiza con tintes azules la mayoría de papeles blancos para tratar de superar la tonalidad amarillenta y hacerlos aparecer más blancos a la vista. El uso de papeles progresivamente más blancos, incrementa el contraste de la impresión y produce colores más reales, sin embargo cuando se trata de lograr fondos especiales para impresión estética o para facilitar la lectura, se requieren matices menos brillantes y distintos al blanco-azul.

El diseñador debe considerar aquí que las características de contraste, luminosidad y legibilidad de los envases impresos bajo métodos de impresión que utilicen la cuatricromía, serán dependientes de la blancura del sustrato utilizado.

Es decir, cuanto más blanco sea el papel o cartón, más luminosidad visual podrá tener la impresión en él aplicada. Este punto es obviamente muy importante para el diseñador.

f) Aptitud para la impresión. Comprende el conjunto de características que ha de poseer un papel para poder ser impreso: entre otras se encuentra la absorción de aceites y tintas para imprenta.

g) Impermeabilidad a las grasas. Por supuesto importante para los papeles destinados a envolver alimentos o productos que contengan grasas.

h) Resistencia a la luz. Se refiere a la resistencia a la decoloración o amarillentamiento del papel al exponerlo a la luz. Los envases demandan esta propiedad en alto grado, por lo que los papeles empleados para este fin requieren fibras de madera altamente pura y tintes y pigmentos que satisfagan este requerimiento.

i) Barrera a líquidos o vapores. Muchos materiales y productos envasados requieren de sistemas comprobados de hermeticidad, dado que deben estar altamente protegidos de la pérdida o ganancia de humedad causando su consecuente deterioro.

Para proveer esta barrera, el papel o el cartón deben ser combinados con materiales que ofrezcan protección tales como ceras, películas plásticas y el foil de aluminio en forma de recubrimiento laminado.

j) PH. El PH define el grado de acidez, alcalinidad o neutralidad química de un material. Los papeles de PH bajo (por debajo de 7), son ácidos, se autodestruyen.

Los papeles de PH 7 o neutrales tienen mejores oportunidades de vida.

Los papeles alcalinos (de PH 7 a 8.5 aproximadamente) tienen el mayor potencial de larga vida. Un punto a considerar con gran atención para definir la vida útil de nuestro envase.

Las distintas propiedades de un papel son interdependientes, es decir, están relacionadas entre sí, por lo que no pueden modificarse individualmente sin afectar el comportamiento de las demás.

Fuente: Materia de Diseño de Envases y Embalajes de la Universidad de Londres