Periodo clásico entre los zapotecas

Pueblo zapoteca, pueblo mesoamericano perteneciente al tronco lingüístico otomangue, establecido desde el I milenio a.C. en la sierra, valle central y en la parte del istmo de Tehuantepec de lo que es en la actualidad el estado mexicano de Oaxaca, que tuvo una destacada importancia durante el periodo precolombino y recibió la influencia de los olmecas, es decir, de los creadores de la cultura madre que comenzó a florecer en las costas del golfo de México, en la región limítrofe de los actuales estados mexicanos de Veracruz-Llave y Tabasco.

El estudio de la cultura zapoteca se divide en cinco etapas:

EtapaFechasCaracterísticas
Monte Albán I2

Monte Albán II

Monte Albán III-A

Monte Albán III-B

Monte Albán IV

Monte Albán V

700-300 a. C.

300 a. C.-100 d. C.

200-500 d. C

500-800 d. C.

  • Recibió influencia procedente del Golfo.
  • Coincidió en Oaxaca con los últimos siglos del preclásico superior y el primero de esplendor clásico en Teotihuacan
  • Se considera como periodo formativo.
  • Máximo florecimiento en el esplendor zapoteca
  • Máximo Florecimiento en el esplendor zapoteca
  • Rebasa el periodo clásico
  • Rebasa el periodo clásico

Hacia 1 00 d. C., Monte Albán y otros lugares de los valles centrales de Oaxaca, se sometieron a diversos cambios favorables. Es perceptible la influencia de Teotihuacan, la cual se manifiesta en la cerámica, la arquitectura y en el sentido de planificación. Ambos pueblos tuvieron contacto a través de un intercambio comercial; lo anterior propició un trueque cultural. Un ejemplo de lo anterior es el hallazgo encontrado en un recinto teotihuacano, en una pequeña casa con una tumba y diversas ofrendas, todo ello con características correspondientes a Monte Albán-III.

Sin embargo, la fase de Monte Albán III-A es la que marca el inicio de una evolución cultural con características propias. Un ejemplo de ello son la aparición de las urnas funerarias zapotecas, utilizadas en las ofrendas, que son vasos decorados con símbolos y con frecuentes representaciones de figuras humanas, deidades y animales. Este tipo de urnas son una característica particular de los zapotecas, ya que no se encuentra una producción igual en Mesoamérica o en cualquier otro sitio.

A lo largo de Monte Albán III-A el sentido de planificación había logrado realizaciones como la del gran centro ceremonial de Monte Albán o los de Yagul, Zaachila y Teotitián.

La plenitud del clásico era una realidad entre los zapotecas en Monte Albán lll-B. Se desconoce si lograron formar una especie de imperio o Estado más o menos unificado, sin embargo, consta que sí alcanzaron una considerable expansión. La arqueología nos muestra, en las construcciones de carácter religioso y administrativo, la serie de terrazas construidas en las laderas y en los vestigios de las casas-habitación, que existía allí una auténtica metrópoli.

Hacia 800 d. C. se inició la decadencia de Monte Albán. Sus recintos nunca fueron abandonados; la gente que se quedó, se mezcló con los grupos dominadores de buena parte de tierras oaxaqueñas (mixtecos), cuyo florecimiento ocurrió en el periodo posclásico.