Placenta previa

Se define la inserción total o parcial de la placenta en el segmento uterino (no en el fondo uterino que sería lo normal) (el segmento uterino es la parte entre
el cuello y cuerpo uterino).

En este segmento uterino, el tejido endometrial es más escaso y por consiguiente la placenta se extiende más buscando redes vasculares y puede haber una oclusión del orificio cervical.

En base al grado de oclusión del OCI (orificio cervical interno), se clasifica la placenta previa en:

1. completa
2. parcial
3. marginal

Además dependiendo de donde se localice puede ser:

1. Lateral baja; se inserta sólo en el segmento uterino.
2. Marginal; la placenta llega hasta el borde del OCI.
3. Oclusiva parcial; ocluye parcialmente el OCI.
4. Oclusiva completa; toda la placenta descansa en el OCI, incluso se podrían visualizar los cotiledones con un amnioscopio si el orificio cervical estuviera dilatado.

Epidemiología

Se da en uno de cada 200 embarazos. Índice de mortalidad fetal de 50 por mil (50‰). El embrión cuando llega al útero no encuentra una zona adecuada en la decidua y baja hasta el segmento uterino inferior.

Las circunstancias que determinan cicatrices en la superficie endometrial, y que pueden causar placenta previa son:

1. legrado por abortos (en las zonas mas erosionadas).
2. multiparidad elevada (el sitio de inserción se “gasta”, y se buscan sitios más vascularizados).
3. edad materna avanzada (más de 35 años).
4. cicatrices uterinas previas (por miomas).

Manifestaciones clínicas

La principal manifestación es la hemorragia, cuanto más precoz sea esta mayor será el grado de oclusión y complejidad del problema.

La hemorragia ocurre porque el cuello uterino se modifica y el segmento uterino se estira, y la placenta que no es extensible, con lo que ésta se desprende en parte y las boquillas vasculares se abren.

Normalmente hasta la 28ª semana las manifestaciones clínicas son:

1. Metrorragias;

– no dolorosas
– no asociadas con el trabajo de parto
– aparición súbita y espontánea
– sangre roja (en placenta desprendida más negra)
– cantidad moderada (no más de 500ml) (la sangre sale a borbotones),

Una vez que se diagnostica se prohíben los tactos vaginales ya que se puede agravar la hemorragia.

2. Alteraciones de la situación y presentación fetal
3. FCF normal si la metrorragia no es importante
4. La consistencia del útero es normal o blanda.

Tratamiento obstétrico y atención de enfermería

A) Tratamiento conservador, cuando el feto no ha madurado lo suficiente, si las condiciones lo permiten, o sea, si la hemorragia no es grande. El problema se puede controlar.

– Asesoramiento sobre medidas terapéuticas y autocuidado.
– Reposo en cama
– Observación del bienestar fetal (mediante cardiotocógrafo)
– Observación de la dinámica uterina (comprobar si hay contracciones), y se utilizan beta bloqueantes o útero inhibidores (relajantes uterinos como la ritodrina) para intentar frenarlas o controlarlas.
– Valoración de la pérdida hemática
– Control de constantes vitales
– Prevención de la anemia materna
– Favorecer la adaptación de la mujer

B) Tratamiento activo, cuando hay una urgencia o cuando hay madurez fetal y el embarazo ha llegado a término.

– parto vaginal o por cesárea (vaginal si es lateral o marginal, y cesárea, en el 80 % de los casos, si es oclusiva parcial o total).

Fuente: Apuntes y notas de enfermería materno infantil del Conalep