Población y comunidad

La población es el conjunto de individuos de una especie, que se reproducen entre si, más o menos uniformes genéticamente, y que ocupan un espacio ecológico determinado. Una especie viva cualquiera, sean animales o plantas, no se distribuye uniformemente por su área de distribución, lo hace de manera discontinua en las poblaciones. Las poblaciones se estudian en ecología estadísticamente, para conocer la estructura de dichas poblaciones.

La estructura viene dada por diversos factores, entre éstos la proporción de sexos, los grupos de edades y el estado de salud de sus miembros, así como densidad y distribución de éstos. Las poblaciones están constituidas por un espectro de individuos en diversas fases de desarrollo.

Sin embargo, en la distribución por edades es importante la duración del ciclo vital de la especie. En un ciclo muy corto, como en el caso de insectos, la población estará formada por individuos de la misma edad, que en una estación del año distinta dan lugar a otras fase del ciclo vital, al tiempo que ellos desaparecen.

Otro tanto sucede en la distribución de sexos. La proporción 1 : 1 en muchas especies cambia con el tiempo, en otras como en muchos invertebrados en los que una fase de un sexo da paso en la madurez a otra del sexo contrario.

La comunidad ecológicamente el ecosistema, es un determinado ambiente y el conjunto de organismos vivos que lo pueblan. Así, un charco es ya un ecosistema, y también lo es un bosquete o una región completa de selva. Biocenosis es la porción viva del ecosistema: plantas, animales y representantes de otros reinos.

La comunidad es el conjunto de poblaciones. Podrían considerarse comunidad y biocenosis como sinónimos –lo han hecho numerosos autores- pero cabe distinguir un sentido más general en la comunidad y una mayor especificidad en la biocenosis.

La comunidad posee rasgos adicionales a los de las poblaciones que la constituyen y desempeña un papel importante en los ecosistemas. El biotopo es la parte física del ecosistema, y en él se desarrolla la comunidad, ligada a sus propiedades físicas y químicas.

El fondo del mar cerca de la costa alberga una comunidad compleja de poblaciones de algas y animales bentónicos, que se adhieren al sustrato rocoso y otras que se entierran en la arena. Esta comunidad guarda estrechas relaciones con la comunidad de animales nectónicos, que nadan libremente y formada por diversas especies de peces.

Otra población piscícola es la de las especies que se alimentan del plancton de las aguas, y otras más por depredadores, que se nutren de los restantes peces.

En el ecosistema mencionado hemos visto un biotopo de aguas someras y sustrato arenoso o rocoso sobre una amplia biocenosis de algas, plancton, invertebrados, peces, etc.

Estos organismos vivos diferentes en especie, organizan poblaciones que se reúnen en un medio determinado (fondo arenoso, aguas libres, etc.) para constituir comunidades (invertebrados que viven en arena, peces depredadores). Por último, otro tipo de unidad es la asociación.

Es un concepto equiparable al de comunidad, aunque supone una relación más concreta entre sus componentes. Existe otra unidad dentro del concepto de comunidad: la formación. Esta es una entidad formada por tipos biológicos similares y se aplica a las comunidades vegetales.

Leyes biocenóticas

El porcentaje en que aparecen las especies de una comunidad es un rasgo para caracterizarlas. Unas con pocas especies tienen un gran número de individuos, y en otras se da el caso contrario: muchas especies con reducido número de individuos.

La primera ley biocenótica afirma que a condiciones variables en un biotopo, más numerosas son las asociaciones que lo pueblan. La segunda ley indica que si las condiciones no son óptimas disminuye el número de especies, aunque aumenten los individuos que la representan.

La tercera ley señala que si más continuas y permanentes son las condiciones del biotopo, más ricas y estables serán sus comunidades.