Presupuestos de tesorería

Definición y objetivos

El presupuesto de efectivo es multifacético, tiene mucho que ofrecer a la administración de una empresa para el desarrollo de la tarea de coordinación y conducción que lo posiciones hacia el lugar donde logre alcanzar su máximo valor.

El presupuesto de efectivo se podría definir como un pronóstico de las entradas y salidas de efectivo que diagnostica los faltantes o sobrantes futuros y, en consecuencia, obliga a planear la inversión de los sobrantes y la recuperación-obtención de los faltantes.

Para una empresa es vital tener información oportuna acerca del comportamiento de sus flujos de efectivo, pues le permite una administración óptima de su liquidez, además de evitar problemas serios por falta de la misma.

La insolvencia podría ocasionar la quiebra y la intervención de los acreedores, sobre todo en una época en la que el recurso más escaso y caro es el efectivo.

Es más fácil que una empresa quiebre por falta de liquidez que por falta de rentabilidad, lo que demuestra la importancia de una buena administración de la liquidez.

Por ende, es necesario conocer el comportamiento de los flujos de efectivo por medio del presupuesto de efectivo.

La liquidez de una organización es igual a:

– Su capacidad para convertir un activo en efectivo.
– Contar con los medios adecuados de pago.
– Cumplir oportunamente con los compromisos contraídos en el corto plazo.

Está en función de dos dimensiones:

– El tiempo necesario para convertir el activo en efectivo.
– El grado de seguridad asociado con el precio al cual se realizará el activo.

Uno de los problemas del ejecutivo financiero es saber cuánto debe invertir en cada activo, aunque su intervención no termina al decidir dónde hacerlo, sino que debe realizar un seguimiento para garantizar que la inversión produzca los beneficios esperados. De lo contrario, deberá tomar las acciones correctivas necesarias para alcanzar el objetivo.

A continuación se mencionan algunas herramientas que permiten evaluar si la inversión en efectivo es adecuada.

Analizar la antigüedad de los saldos de los proveedores. Una gran proporción de saldos vencidos indica una mala administración del efectivo.

Revisar el costo de los préstamos que se han solicitado en situaciones de presión o mala planeación, o mal manejo de efectivo.

Calcular una relación de costo por mantener efectivo con el total de efectivo utilizado. El incremento de esta relación señala una mala administración del efectivo.

Existen varias circunstancias que determinan la amplitud de este periodo, que dependerá del uso del presupuesto de efectivo.

Fuente: Apunte de Presupuestos de la FCA de la UNAM