Proceso distribuido

El desarrollo de las computadoras personales, las redes de área local y las minicomputadoras, ha potenciado una fuerte evolución de las redes descentralizadas y distribuidas, dando lugar a la concepción de que una red teleinformática es una computadora distribuida,  de ahí la famosa expresión «La computadora es la red«.

Las aplicaciones distribuidas se basan en los conceptos de cooperación y compartición de recursos a través de la red. Una aplicación distribuida es una aplicación que utiliza o accede a recursos de varios sistemas. Si bien el componente económico es importante, existen razones verdaderamente funcionales que han creado la necesidad de distribuir procesos: servidores de comunicaciones, servidores de archivos, servidores de supercomputación, son ejemplos evidentes de la conveniencia de distribuir funciones.

Otra característica interesante que proporcionan los sistemas distribuidos es la fiabilidad. Un sistema distribuido puede construirse de forma que sea más fiable que un sistema centralizado, al no depender de un solo nodo y facilitar la replicación de funciones y de datos en los distintos nodos de la red. En relación con las actividades de normalización, podemos decir, a título de ejemplo, que la aplicación de correo electrónico, X.400, en OSI es distribuida.

Fuente: Apunte de Teleproceso del Instituto tecnológico de la Paz