¿Qué debo hacer durante la realización de los exámenes?

Piensa que es el momento de demostrar lo anteriormente estudiado y en que cuando terminen esas horas, estarás liberado.

El estado emocional previo a un examen es determinante. Para lograr la calma ve convencido que el inicial nerviosismo desaparece al transcurrir los primeros minutos. No conviene estar demasiado pronto en el lugar del examen, pues participarías del nerviosismo y ansiedad de tus compañeros, que contagiarán su propia inseguridad.

  • Lee atentamente las instrucciones y preguntas del examen y procura estar bien seguro de haberlas entendido. Después distribuye racionalmente el tiempo con arreglo a la dificultad y extensión que presente cada pregunta.
  • Procura reservar unos minutos al final del examen para repasar las respuestas que has dado, revisar la puntuación, acentos y las posibles faltas de ortografía y si has omitido algo esencial en las respuestas.
  • Cuida las expresiones y las palabras. Si es una pregunta amplia, haz en un papel aparte un esquema de los puntos esenciales que deseas exponer guardando un orden lógico.
  • Ve al «grano», no divagues ni pretendas dar la impresión al examinador de que sabes mucho por la cantidad de hojas que escribes. Contesta con orden, con la mejor letra posible, sin tachaduras, ni borrones.
  • Si no recuerdas la respuesta adecuada a una pregunta, intenta relacionarla con otros contenidos semejantes que tengas almacenados en tu mente y con los que guarde alguna relación. Formúlate la pregunta desde otros ángulos y con tus propias palabras. Es posible que te venga la inspiración.
  • Guarda un orden en las respuestas. Lo más práctico es comenzar por las que se saben mejor, ya que así se pierde el miedo y se adquiere confianza en uno mismo. Las preguntas que peor se dominan se deben contestar hacia el medio, y dejar alguna pregunta que dominas bien para el final, para que el profesor se quede con buena impresión.
  • Exposición clara y bien diferenciada. Las ideas deben aparecer de manera bien clara y precisa. Las ideas principales debes completarlas con las secundarias y los detalles. Toda exposición clara tiene:
    • Introducción: demuestra que comprendes globalmente la pregunta que te han formulado.
    • Argumentación: enumera hechos y aporta razones que prueben lo expuesto anteriormente.
    • Conclusión: sintetiza en un par de frases el contenido básico de lo expuesto, indicando al mismo tiempo si es posible alguna aplicación práctica.
  • Trata de no dejar ninguna pregunta en blanco. Ya sabes que una pregunta en blanco se puntuaría con 0. Lo más razonable es que intentes centrar la atención en el significado de la pregunta y trates de encontrar relaciones lógicas con otras cuestiones. Intenta decir algo que sea coherente y tenga relación más o menos directa con la cuestión.

Busca claves en tu examen. Muchas veces hay respuestas escondidas en ellos.

Usa distintas estrategias para los distintos tipos de exámenes.

Antes de entregar el examen revísalo cuidadosamente.

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5.