Técnicas clásicas de memorización

A continuación te proponemos algunas técnicas clásicas de memorización .

  • Hacer una rima: Conocido como método “percha o gancho” consiste principalmente en el uso de la “rima” para facilitar la memorización, principalmente de listas de palabras o procedimientos complejos.
  • Técnica de los lugares: Consiste en asociar cada uno de los elementos que se desean memorizar con los lugares de un recorrido que nos es familiar. Por tanto, es preciso aprender, en primer lugar, un lugar imaginable (nuestra casa, el paseo hasta el trabajo…), y en él, a su vez, sus componentes, los cuales nos servirán a su vez de “claves” de memorización. Estos componentes, por ejemplo: recibidor, mesa, lámpara, tresillo, etc, se deben recordar siempre en el mismo orden. Tras esto, se debe recordar cada clave con la imagen que se quiere recordar. Por ejemplo, si nuestro propósito es estudiar la “Generación del 27”, podemos situar a cada uno de sus protagonistas en relación con las claves (dejando algo en el recibidor, al lado de la mesa, encendiendo la lámpara, etc…). Este método, aunque requiere un tiempo previo de preparación a la larga es muy efectivo.
  • Técnica del relato o historia: Consiste en construir una historia encadenada en la cual se relacionan las palabras que queremos memorizar, tratando de unir la imagen con la acción y la emoción. Cuanto más extraña resulte la historia más facilitará el recuerdo. Por ejemplo si necesito memorizar las palabras: mar, viento, estrellas y arena. Una buena historia que me ayudará a recordar estos conceptos sería así: «estaba sentado a la orilla del mar, era de noche y hacía mucho frío, el viento hacia que las olas fueran cada vez más intensas, pero al mirar las estrellas y sentir el arena en mis pies, hacia que me sintiera mucho mejor». Otro ejemplo: “Eurípides, no te Sofocles que te Esquilo” (autores de tragedias griegas”. 
  • Técnica de las iniciales o Acrónimos: Requiere utilizar las primeras letras de las palabras que se van a aprender para construir acrónimos. Por ejemplo, si estoy estudiando los pasos necesarios para realizar la estrategia de “clarificación” puedo memorizar el acrónimo CAF: Centrar –el problema-, Analizar –los argumentos- y Formular –preguntas. Otro ejemplo: si tomamos las palabras: computador, teclado, pantalla y escritorio. Con sus primeras sílabas formaremos la palabra “comtepanes”. Entonces se deberá recordar sólo esta palabra ya que así recordaremos nuestra lista de objetos.
  • Técnica de la cadena: Consiste en concatenar aquellas palabras que dentro de un resumen o de un esquema recogen el significado fundamental y que se encuentran lógicamente relacionadas. Luego se reducen las palabras o conceptos que queremos memorizar a imágenes. Todos los conceptos se pueden reducir a imágenes (por muy abstractas que parezcan) porque siempre hay algo en ellos que puede servir para evocar una imagen. Las imágenes deben ser: concretas, diferenciadas, claras e incluso pueden ser humorísticas ya que lo ridículo, simpático y chocante se recuerda mucho mejor.
  • Se forman imágenes correspondientes a la 1ª y 2ª palabra, y con ellas se forma una imagen compuesta en la que se juntan las dos.
  • Se unen de la misma manera las imágenes de la segunda y la tercera palabra, y así sucesivamente.
  • Se puede conducir la serie uniendo la imagen de la primera con la de la última palabra.
  • Palabra clave: Es muy apropiado para adquirir vocabulario de otros idiomas. Requiere dos procesos: primero, identificar una “palabra clave” que acústicamente se parezca a la palabra que queremos aprender y, segundo, generar una imagen en la que interactúa la palabra clave con el significado de la palabra que deseamos aprender.
  • Uso de metáfora: Se usan imágenes y términos familiares para describir las acciones que se deben realizar en un procedimiento. Su uso es metafórico. Por ejemplo: al hablar de la mente en términos de un ordenador (entrada de la información, procesamiento, salida…).

No obstante, hay que decir que estos sistemas son un tanto artificiales, útiles tan sólo para memorizar cosas muy concretas. El grueso de los contenidos es mucho más sensato memorizarlo a través de la comprensión y de asociaciones reales y lógicas. Por ello, cuando estamos ya frente a los exámenes es imprescindible tener a mano, ya elaborados todos los resúmenes, esquemas, mapas conceptuales, cuadros sinópticos, etc. Es a partir de esta información reorganizada por nosotros, reestructurada a nuestra manera, como vamos a poder memorizar.

Si hemos hecho la síntesis de los contenidos, significa que ya hemos aplicado los principios de la calidad del material que debemos memorizar, que una buena parte de la información ya está en nuestra memoria, pero ahora tendremos que consolidar esas “huellas”. Se trataría de aplicar el principio de larepetición. La repetición por escrito y sin material puede ser útil para quienes tienen más desarrollada la memoria visual, pues le puede ayudar la “forma” o “dibujo” del esquema, cuadro o mapa conceptual. En cambio, para quienes tengan más desarrollada un tipo de memoria auditiva, puede ser útil grabarse los aspectos fundamentales de los esquemas, y oírlos repetidamente en situaciones en que pueda prestarse atención suficiente.

Todo es cuestión de probar diferentes técnicas y adoptar aquella que nos resulte más eficaz.

Y por último, una pregunta que todos nos hacemos: ¿Por qué olvidamos? Normalmente consideramos el olvido como un problema y una amenaza. Realmente es un proceso adaptativo de la mente, si no fuese así, sería casi imposible gestionar toda la información que ingresamos en nuestro sistema cognitivo, como por ejemplo, el lugar donde aparcamos el coche el último día que fuimos al cine, o el nombre de la cajera del supermercado donde comprábamos en vacaciones. Lo realmente indeseado es olvidar los conocimientos relevantes y que debieran estar almacenados para recuperarlos posteriormente.

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5.