Tejidos adultos

Meristemos: AI principio, el embrión sólo consta de tejidos embrionales llamados meristemos, pero, a medida que crece, éstos quedan reducidos a los ápices del tallo y de la raíz, donde son responsables del crecimiento en longitud o crecimiento primario del cormo. Estos tejidos reciben el nombre de meristemo primario para diferenciarlo de otro tejido embrional que se origina no del embrión sino de partes de ciertos tejidos adultos que en un momento determinado recuperan la capacidad de división.

Denominado meristemo secundario, y que es el responsable del crecimiento en grosor de la planta; también recibe el nombre de cámbium.

Hay un tercer tipo de tejido embrional, el meristemo remanente, constituido por masas de células embrionales que han quedado incluidas en el interior de masas de tejido adulto o diferenciado.

Las células que componen los tejidos meristemáticos tienen grandes núcleos, sus paredes celulares son muy delgadas y carecen de vacuolas o tienen muy pocas. Su principal función consiste en crecer, dividirse (reproducirse) y diferenciarse para producir tejidos adultos.

Tejidos adultos

Las células que componen los tejidos adultos son células ya diferenciadas para desempeñar funciones específicas, habiendo perdido ya su capacidad de división. Hay cinco tipos básicos de tejidos adultos.

La masa principal de la planta está formada por los llamados tejidos fundamentales, cuyas células están poco diferenciadas especialmente en el caso del parénquima, que interviene en la cicatrización de heridas y otros procesos regenerativos.

La mayor parte del tejido interior de las hojas es clorénquima formado por células fotosintéticas (contienen los cloroplastos) estrechamente unidas.

Otros tejidos fundamentales y que desempeñan funciones mecánicas o de sostén son el colénquima, cuyas células tienen paredes celulares moderadamente gruesas y situado debajo de la epidermis de los tallos jóvenes y de los pecíolos de las hojas, y el esclerénquima, compuesto por células con pared lignificada y gruesa que suelen estar muertas cuando el tejido está maduro.

Otro tipo de tejidos son los vasculares o conductores originados por el cámbium vascular que rodea por completo al tallo y produce xilema hacia el interior y floema hacia el exterior.

El xilema está constituido por células muertas y huecas dispuestas extremo con extremo, de las cuales hay tres tipos: vasos, traqueidas y fibras. Los vasos leñosos -prácticamente presentes sólo en las plantas con flores- se forman a partir de células embrionarias cuyas paredes se engruesan e impregnan de lignina.

Las traqueidas -el único tipo de tejido xilemático de la mayoría de las gimnospermas- son más pequeñas y las paredes celulares de sus extremos forman ángulos muy agudos.

Las fibras forman tejidos esqueléticos de sostén de las plantas leñosas. El floema está formado por células vivas y activas, fundamentalmente del tipo célula cribosa o vaso briboso, llamada así por presentar la pared celular perforada.

Los tejidos de secreción están especializados en la expulsión de determinadas sustancias fuera del citoplasma, como los tubos resiníferos (pino) o laticíferos, mientras que los de excreción están formados por células con vacuolas donde se acumulan las sustancias de desecho, ya que las plantas carecen de aparato excretor.

Los tejidos tegumentarios constituyen la cubierta externa del cuerpo de la planta. El tejido tegumentario primario es la epidermis, formada por una sola capa de células y revestida exteriormente -en tallo y las hojas- por una cutícula protectora que limita las pérdidas de agua por evaporación.

La epidermis de las hojas presenta, además de las células epidérmicas, células oclusoras especializadas que rodean los estomas; en cambio, en la raíz proyecta los pelos radicales, que no son sino células modificadas a través de las cuales se verifica la absorción.

Cuando la planta crece en espesor, la epidermis es sustituida por la peridermis, conjunto formado por el felógeno y sus tejidos derivados.

El felógeno o cámbium suberógeno es un meristemo secundario que da lugar, hacia el exterior, al corcho o súber formado por capas de células muertas impregnadas de suberina; se trata de un tejido que protege a la planta de los daños mecánicos y las pérdidas de agua, pero esta horadado por las lenticelas que permiten el intercambio de gases entre la atmósfera y los tejidos del tallo en los que se realiza la respiración.

Todo el tejido muerto situado en la parte externa del felógeno se denomina ritidoma. El crecimiento secundario hacia el interior del felógeno origina la felodermis.