Textiles

La palabra textil se origina del latín textiles, de texere, que puede ser tejido, de lo que se puede hacer tela o tejido.

Estas plantas se conocen desde la antigüedad, cuando el hombre necesito cubrir su cuerpo para protegerse de los factores ambientales adversos.

Primero fueron las plantas silvestres las que usó cuando observó que ellas ofrecían la posibilidad de sacarles fibras luego las cultivó, seleccionó las más eficientes y mejoró las formas y equipos para hacer tejidos. Sin embargo, al crecer la industria petroquímica de los plásticos, las fibras procedentes de los vegetales ceden cada vez más el puesto a las sintéticas.

Textiles

Las fibras vegetales se clasifican, según su estructura y disposición en la planta, en: fibras cortas o unicelulares, presentes en ciertas semillas o en las que se producen en el interior del fruto capsular; por ejemplo, el capoc (Ceiba pentandra L. Gaertn); fibras de células largas o múltiples; que, a la vez, son duras o foliares de consistencia dura y rígida, extendidas a lo largo del tejido de las hojas largas o pecíolo de las plantas monocotiledóneas; son fibras usadas principalmente para cordelería pesada y para cables.

Por ejemplo, el sisal (Agave sisalana Perrine), el fique o cabuya (Furcraea cabuya Trel.); fibras suaves o liberianas de consistencia suave y flexible que atraviesan la corteza interior de los tallos o del tronco principal de las plantas dicotiledóneas. Estas fibras se utilizan para hacer tejidos en ropas y artículos similares; por ejemplo, el lino (Linum usitatisimum L.).

Algunos ejemplos de estos son la abacá, el algodón , el cáñamo, el fique, el kenaf, el lino, el yute, el ramio.

Fuente: Apuntes de Producción Agroindustrial de la Unideg