Toma de decisiones en el área de operaciones

La toma de decisiones se define como el proceso que se sigue para seleccionar o elegir un curso de acción entre varias alternativas.

En ocasiones, los Gerentes de Operaciones consideran la toma de decisiones como su trabajo principal ya que tienen que seleccionar constantemente qué se hace, quién lo hace y cuándo, dónde e incluso cómo se hará.

Sin embargo, es sólo un paso de la planeación ya que forma la parte esencial de los procesos que se siguen para elaboración de los objetivos y estrategia a seguir. Básicamente, tenemos dos tipos de decisiones:

Programadas. Se aplican a problemas estructurados o de rutina. Por ejemplo, Los operadores de tomos tienen especificaciones y reglas que les señalan si la pieza que han hecho es aceptable, si tiene que desecharse o si se tiene que procesar de nuevo.

No programadas. Se usan para situaciones no programadas, nuevas y mal definidas, de naturaleza no repetitivas. Ejemplo, el lanzamiento de la computadora Macintosh por Apple Computer.

Las decisiones estratégicas son, en general, decisiones no programadas, puesto que requieren juicios subjetivos. Por ello, se dice que la mayor parte de las decisiones no programadas las toman los gerentes del nivel más alto, esto es porque los gerentes de ese nivel tienen que hacer frente a los problemas no estructurados.

Fuente: Apuntes de Operaciones de la FCA de la Unam