Toma de decisiones

Reflexiona ahora acerca del momento en que te encuentras, a la vista del cronograma y agenda de clases, y toma tu decisión:

  • ¿Voy a preparar todo el temario de aquí a junio, tal y como lo había pensado al matricularme?
  • ¿Voy a seleccionar una parte del temario para estudiarlo en septiembre o para el curso que viene (esto último si fuera posible)?.

Si optas por la segunda respuesta, vuelve a hacer el cronograma anual, el cuatrimestral y las agendas semanales más inmediatas.

Si sigues esta estrategia, evitarás que lleguen las fechas de los exámenes y te “sorprendan” sin haber preparado todo el temario y, en consecuencia, aumentarás considerablemente tus posibilidades de éxito en las pruebas presenciales.

En definitiva, todo esto le permite una aproximación, una idea general de cuál deberá ser el ritmo de estudio.

¡Ahora ya puedes comenzar a estudiar en serio!

Pero ten en cuenta que:

    • Debes procurar “cumplir” día a día con lo que te has propuesto.
    • Sigue los consejos que te damos a continuación para gestionar eficazmente tu tiempo: una cosa es planificar y otra llevar a cabo cada tarea.
    • Toda planificación debe ser flexible y modificarse y adaptarse en función del ritmo y de los progresos. Es posible que al avanzar en cada materia, encuentres actividades nuevas a realizar que aún no habías tenido en cuenta, pero las podrás incorporar paulatinamente a tu agenda. Por ello:
      • Debes hacer una revisión continua del cronograma, comprobando el cumplimiento de objetivos y tareas
      • Reelaborar y adaptar continuamente el cronograma
  • Si hay problemas, preguntarse:
    • ¿Estoy llevando a cabo los pasos adecuados en la elaboración de cronograma y agenda semanal?
    • ¿He calculado bien el tiempo necesario a cada tarea de estudio?
    • ¿Debo replantearme los objetivos que quiero abarcar antes de los exámenes? Es preferible dejar una o más asignaturas para septiembre o para el curso que viene y “asegurarse” otras asignaturas. Hay que saber aplazar ciertos objetivos.

El primer año suele ser más duro, porque es un período de adaptación. Verás que en años sucesivos habrás desarrollado múltiples competencias y estrategias que te permitirán estudiar con seguridad, confianza y motivación.

Fuente: Entrenamiento en competencias para el estudio autorregulado a distancia de la UNED, licencia Creative Commons License 2.5